La comunidad científica sigue preocupada por el aumento de la basura espacial que orbita alrededor de la Tierra. Miles de satélites inactivos y multitud de fragmentos de cohetes ponen en riesgo el futuro de los vuelos espaciales y pueden causar daños considerables en nuestro planeta, como el trozo de basura de la Estación Espacial Internacional que impactó contra una casa en Estados Unidos o el fragmento metálico de un cohete que cayó en el sureste de Kenia a finales del año pasado.
Independientemente de estos dos accidentes, un estudio de la Universidad de British Columbia reveló que existe una probabilidad anual del 26% de que los desechos de cohetes vuelvan a entrar en la atmósfera y, tanto es así que, hace escasos días, la segunda etapa de un cohete Falcon 9 de SpaceX reingresó sin control en la atmósfera.
La madrugada del pasado 19 de febrero, desde Alemania, Países Bajos, Dinamarca y Polonia se pudo ver en el cielo la desintegración del cohete en la atmósfera. Sin embargo, para sorpresa de todos, no todos los restos se destruyeron por completo, debido a que la segunda etapa del Falcon 9 consiguió 'sobrevivir'.
Con una longitud de 13,8 metros y un diámetro de 3,66 metros, la segunda etapa cayó sin causar daños a las afueras de la ciudad de Poznań (Polonia). Además, un empleado de una planta industrial avisó a las autoridades tras encontrar dicho objeto espacial en el suelo y, a pesar que inicialmente se desconocía su origen, pronto determinaron que era un tanque de presión de fibra de carbono del Falcon 9.
SpaceX reconoce que la segunda etapa del Falcon 9 cayó sobre Polonia
Un cohete Falcon 9 de SpaceX despegó, a principios de febrero, sobre la base de la fuerza espacial Vandenberg (California, Estados Unidos). La primera etapa aterrizó con éxito sobre una barcaza situada en el océano Pacífico, sin embargo, la segunda etapa no logró encender su motor para desorbitar y continúo dando vueltas a la Tierra hasta desintegrarse por efecto del frenado atmosférico.
Ante tal situación, la compañía aeroespacial de Elon Musk explica en su página oficial que, "durante la fase costera de esta misión Starlink, se produjo una pequeña fuga de oxígeno líquido, que en última instancia provocó que las tasas de desorbitación del vehículo fueran más altas de lo esperado". Por lo tanto, como resultado, "después de las operaciones de desorbitación seguras de la misión, no se realizó la combustión de desorbitación y el vehículo se pasivó con éxito en órbita para eliminar las fuentes de energía almacenada".
Asimismo, SpaceX reconoce que la segunda etapa del Falcon 9 volvió a entrar en la atmósfera terrestre sobre Europa, añadiendo que "está trabajando en estrecha colaboración con el gobierno de Polonia en las tareas de recuperación y limpieza". "No hay materiales tóxicos presentes en los escombros", concluye en su comunicado.
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