El 29 de octubre de 2024 se paró la vida para miles de valencianos. Una devastadora DANA arrasó cientos de municipios de la provincia dejando 224 muertos a su paso (la última fallecida se registró a principios de mes tras morir en el hospital), y aún incluso tres familias esperan con angustia saber algo de los únicos tres desaparecidos de los que todavía no hay rastro. Además, noventa días después de la catastrófica riada todavía son muchos los vecinos que no han podido volver al a normalidad: veintiocho localidades de las 266 afectadas se encuentran en nivel 2 de emergencia, lo que implica que necesitan ayuda externa, entre ellas Paiporta, Aldaia, Torrent o Utiel.
Saray es hija de Francisco Ruiz, de 64 años, que desapareció en Montserrat tras poner a salvo a sus dos nietos de 5 y 10 años en el techo de su coche. La Guardia Civil cree que el cadáver de Francisco pudo llegar a un barranco cercano, de ahí al río Magro y posteriormente al Júcar, del que es afluente el anterior. Por ello, han realizado rastreos en Llombai, Carlet, Alfarp, Alcudia y Guadassuar.
Y aunque la búsqueda del cuerpo no cesa, la joven reconoce que es una tarea muy compleja. Así, acudirá este miércoles a los juzgados de Picassent con la documentación necesaria para obtener el certificado de defunción de su padre. Según el artículo 193 del Código Civil, en los casos de desapariciones por siniestro se puede declarar el fallecimiento a los tres meses. En las desapariciones de otro tipo se debe esperar diez años; cinco si la persona en cuestión ya ha superado los 75.
Entre los familiares que también darán este paso se encuentra Ernesto Martínez, el tío de Elisabeth Gil. La mujer, de 37 años, desapareció junto a su madre cuando esta la llevaba al hotel pegado al circuito de Cheste donde ambas trabajaban. "Cuando terminó su jornada, mi hermana fue a casa para traer a su hija al trabajo. Pasó por un puente al ir y al volver para el hotel este ya no estaba en pie, por eso dio un rodeo por detrás del circuito. Toda su obsesión era que su hija llegase a tiempo", contaba Ernesto también este martes. La madre de la joven se quitó el cinturón y salió despedida por lo que su cuerpo fue encontrado. Los familiares creen que Elisabeth quedó dentro del vehículo y por eso no se sabe nada de ella. Su tío quiere regularizar la situación de sus hijos, de 19 y 4 años, con el certificado de defunción.
El tercer desaparecido es José Javier Vicent, de 56 años. Conducía junto a su hija, Susana, cuando fueron sorprendidos por la riada en Pedralba. El cuerpo de ella se halló a 60 kilómetros. De él no ha quedado rastro. "Lo último que sé de mi marido es un WhatsApp que me envió a las seis de la tarde del martes diciendo que pasaba mucha agua por delante de la casa", contó su mujer a TVE.
Según ha confirmado la Guardia Civil de Valencia a 20minutos, en la búsqueda de los tres trabajan miembros del cuerpo, Bomberos, Fuerzas Armadas y equipos de inteligencia especializados en análisis de movimientos de agua, sedimento, geolocalización... También se usan drones y perros especialistas en buscar restos cadavéricos.
En palabras de Carlos Domínguez, jefe del Seprona de Valencia, las posibilidades de encontrarles "son reducidas". "Se buscan zonas donde haya acumulación de cañas porque eso nos indica la fuerza de arrastre que es suficiente para mover un cuerpo o un coche", explicaba Domínguez la semana pasada durante una de las batidas en el barranco del Poyo. Cada día se realizan diversas búsquedas simultáneas en zonas donde podrían encontrarse los cuerpos tras ser empujados por la riada, como en La Albufera, por ejemplo.
Mientras tanto, la asociación SOS Desaparecidos, que ha dado apoyo a estas familias, formalizará ante la Audiencia Nacional en febrero la querella a la que se han sumado familias de las víctimas -entre ellos Ernesto- contra varias Administraciones por los delitos de imprudencia, negligencia u omisión del deber de socorro.
Junto a las tareas de búsqueda de esos tres desaparecidos, las Fuerzas Armadas siguen afanándose también en la extracción de lodo de sótanos y garajes (se ha intervenido en más de 800), así como en la limpieza de barrancos y de playas y en la retirada de residuos y de coches. Hasta ahora se han evacuado 500.000 toneladas de enseres y 90.000 vehículos.
En este contexto, también sigue siendo necesaria la labor de entidades sociales. Precisamente este martes, la reina Sofía ha querido conocer la respuesta que está llevando a cabo en concreto el Banco de Alimentos de Valencia en la Pobla de Vallbona, así como sus proyectos futuros, y ha hablado con personas de cinco familias damnificadas por las inundaciones.
El enfrentamiento político
En medio de esta situación, los cruces de acusaciones entre el Gobierno central y el valenciano siguen siendo constantes, principalmente sobre las ayudas, mientras que en los plenos municipales de las zonas afectadas el vecindario se queja de la tardanza en recibirlas y de la falta de coordinación. El Ejecutivo central sostiene que lleva movilizados 16.600 millones de euros y que ha pagado 1.741 millones. El Consell cifra en 1.500 millones lo movilizado y en 211 las ayudas directas abonadas hasta la semana pasada e insiste en que las aportaciones estatales son a devolver, extremo que niega el Gobierno de Pedro Sánchez.
También han sido motivo de reproche entre ambos Ejecutivos el número de visitas a Valencia tras la DANA del presidente y del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Sánchez ha acudido en tres ocasiones, pero solo una a la zona cero, concretamente a Paiporta, donde tuvo que salir escoltado. No volvió a Valencia hasta 81 días después. El popular, por su parte, ha hecho cuatro visitas en cinco días, en una de las cuales anunció un Plan Valencia de 12.000 millones de euros en diez años si gobierna.
De esta forma, los problemas que ha dejado la catástrofe en la vida diaria de los valencianos afectados se suman a la búsqueda de responsables y al ruido político. En este tercer mes desde la insólita gota fría ya se prepara una cuarta manifestación para reclamar la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón. La concentración se celebrará este sábado en la capital valenciana convocada de nuevo por entidades sociales. Las tres citas anteriores reunieron a miles de personas. "El enfrentamiento político constante, las mentiras, hacen daño también a las familias", lamenta Saray, mientras sigue esperando noticias de su padre.
