El milagro de Paula Badosa: de sobrevivir a base de inyecciones a soñar con la conquista del Open de Australia

Un dolor de mil agujas en la espalda paralizó su talento, hundió sus ganas y machacó el sueño rozado con los dedos en 2021. Paula Badosa, capaz de reponerse de los problemas mentales de toda una vida para ganar Indian Wells y clasificarse para las ATP Finals de hace cuatro años, cayó en picado, pero nunca perdió la fe. "Una vez llegas a la cima, salir de ahí es difícil. Necesitaba volver a saborearlo", dijo hace apenas unos meses antes de escalar a las semifinales del Open de Australia de 2025 y convertirse en la gran esperanza española del torneo.

La española se medirá a su poderosa amiga y rival, Aryna Sabalenka, por un puesto en la final del torneo. El reto es muy difícil, casi 'imposible', pero el hecho de llegar es más que un trofeo para Paula. "Me encanta el tenis, pero no tanto cuando estoy 80 o 120, sino jugar semifinales y estar la 10 del mundo", comentó recientemente en un programa dirigido por Álex Corretja en Movistar+. Primer objetivo cumplido. Ahora quiere luchar por todo. No hay techo.

Y es que el tenis de Badosa en las pistas de Melbourne ha sido como un gran grito de desahogo. Hasta el octavo puesto de la clasificación llegó a finales de 2021, año en el que posó con una gran sonrisa y el trofeo de Indian Wells en sus manos. A partir de ahí, un inesperado declive que empezó con las altas expectativas de 2022 y su ascenso a la segunda posición del ránking, en un curso que finalmente acabó para ella en octubre con un durísimo comunicado: "Se acabó mi temporada 2022... un año que ha pasado por todos los momentos y emociones. Donde he vivido de las mejores experiencias a las peores, pero donde he intentado aprender de cada una de ellas y sobre todo salir más fuerte", zanjó.

En silencio trabajaba contra un dolor imparable en la espalda, una dolencia que amenazó incluso con poner fin a su carrera: "En Indian Wells los médicos me dijeron que iba a ser muy complicado continuar mi carrera. Y pensé: 'vale, necesito una solución, algo'. Así que probamos estas inyecciones de cortisona y me dijeron que estas eran las únicas opciones que podían darme", confesó. El apaño parecía suficiente, pero el dolor siempre volvía a aparecer para minar sus expectativas de regresar.

En 2023 cayó hasta el puesto N.º 67 y la mala racha siguió hasta tocar fondo en el Mutua Madrid Open de 2024, hundida en el puesto N.º 140 y tras caer ante Jessica Bouzas: "Se me pone la piel de gallina de pensarlo. Salgo llorando, destrozada y me reúno en la habitación con mi equipo y ya les digo que hay que hacer algo... no sabía si necesitaba no saber nada de tenis o hablar con 50 médicos más, estaba confundida", contó sobre ese momento clave en el que añadió piezas nuevas a su equipo y todo empezó a cambiar hasta hoy.

Sin títulos, pero con el premio de las buenas sensaciones y la ausencia de dolor, Badosa ha escalado hasta donde está hoy, unas semifinales del Open de Australia en las que, pase lo que pase, ya se ha asegurado el ascenso hasta la novena plaza de la tabla. Dos partidos la separan del ansiado título, dos duelos para poner la guinda a su increíble regreso a la gloria.

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