Así influye lo que comes en los dolores de cabeza y en la migraña

Es común pensar que ciertos alimentos afectan negativamente a los dolores de cabeza, como el chocolate, los quesos curados o el alcohol. Los estudios científicos que abordan este problema no son los mejores y las evidencias que obtienen no son tan determinantes como los resultados que ofrecen los estudios sobre fármacos.

No obstante, la dieta tiene una gran incidencia en las cefaleas y en migrañas, al igual que en otras patologías crónicas y en la salud en general. Lo que comemos podría actuar en el sistema nervioso central a través de mecanismos como “la modulación de neuropéptidos, neuroreceptores y canales iónicos, ajustando el sistema nervioso parasimpático, afectando al metabolismo de la glucosa cerebral en incidiendo la neuroinflamación, la liberación de óxido nítrico y la vasodilatación”, explica el responsable de la Unidad de Cefaleas del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, el Dr. Jaime Rodríguez Vico.

Existen evidencias suficientes para afirmar que es sana una dieta basada en llenar nuestro plato con la mitad de frutas y verduras, un cuarto de carbohidratos integrales y un cuarto de proteínas, además de evitar bebidas azucaradas y limitar la leche y los lácteos a uno o dos por día. En el estudio Healthy Eating Plate (HEP) ideado por Harvard en el 2012, también se vio que el subgrupo que consumió menos carnes rojas y procesadas disminuyó aún más los dolores de cabeza.

La dieta mediterránea también ha mostrado beneficios, así como otra similar, la Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH), ideada para controlar la hipertensión arterial. En ambas encontramos una disminución de la “cantidad de carbohidratos” y “se aumentan las proteínas y la fibra”. También “se consume algo de grasa, pero menos cantidad de grasa saturada y se ingiere menos sal”, detalla el doctor. Otros estudios comparativos entre la HEP y la DASH sostienen que esta última era aún más ventajosa para disminuir la frecuencia, duración e intensidad de los dolores de cabeza.

Factores a tener en cuenta

Los alimentos con bajo índice glucémico como el grano integral, las legumbres o las verduras bajas en almidón permiten estabilizar los niveles de glucosa en sangre, evitando así picos en la misma “que pueden influir negativamente en la migraña”, indica el especialista. También debería evitarse el ayuno, puesto que se han observado menos frecuencia de cefaleas en personas que desayunan o que ingieren “pequeñas cantidades de comida a lo largo de todo el día” y evitan “momentos de ayuno prologados” respecto a las que “cenan tarde o toman snacks nocturnos”.

Se ha observado menor prevalencia de cefaleas en personas que ingieren pequeñas cantidades de comida a lo largo del día

No obstante, hay que tener en cuenta qué picamos entre horas. Existe una relación directa de la obesidad con el empeoramiento de la migraña. La pérdida de peso en pacientes con esta condición y con migraña mejora parámetros como la intensidad, la frecuencia, la duración y la discapacidad. Una dieta en la cual menos de un 20% del total de calorías ingeridas sean grasas es fundamental para lograr este objetivo. Las grasas que han mostrado beneficio en la migraña son las del grupo Omega 3 (semillas, pescado azul, aguacates o frutos secos, entre otros) y Omega 6 (huevo, soja, aceite de coco o carne de ave).

Dietas desencadenantes

Ciertos alimentos pueden ser los activadores de la migraña, aunque depende mucho de la cantidad y el tiempo de exposición que tome el afectado a dichas comidas. Las que tienen un alto contenido de glutamato monosódico o aspartamo pueden generar problemas de este tipo, como la cebolla, los cítricos, los lácteos, el chocolate, el alcohol, el tomate o el café.

Este último y los productos con cafeína en general tienen una relación compleja con la migraña. El Dr. Rodríguez Vico sostiene que en algunas personas puede actuar como desencadenante de crisis, aunque también funciona de forma exitosa “como tratamiento sintomático para frenar las crisis”. Eso sí, su consumo excesivo se ha visto relacionado con mayor frecuencia en pacientes con migraña crónica. Por lo tanto, se recomienda “no abusar del mismo e intentar no hacer cambios bruscos en el patrón de consumo”.

Se recomienda no abusar de la cafeína y no intentar “hacer cambios bruscos en el patrón del consumo”

Asimismo, el hecho de que algunas personas encuentren que un alimento concreto actúa como desencadenante de cefaleas no significa que tenga que afectar a todos los pacientes. Por ello, no se recomiendan “restricciones generalizadas de alimentos a personas con migraña” y sí personalizar la dieta a cada paciente. Sí se sugiere de forma general mantenerse bien hidratado para mejorar la migraña, cuidar la higiene del sueño, realizar ejercicio físico, abandonar el tabaco, controlar el estrés y llevar a cabo una dieta saludable baja en fritos, grasas y alimentos ultraprocesados, siempre individualizada por profesionales “en función de las características de cada persona”.

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