El Gobierno de China ha instado a las universidades del país a desempeñar un papel central en la promoción de una "nueva cultura" en torno al matrimonio y la crianza, según ha informado a través del medio estatal China Population News. En concreto, la publicación destaca la necesidad de integrar la educación sobre el noviazgo y vida familiar en los planes de estudio.
Este paso podría sentar las bases para construir una sociedad más favorable a la natalidad, en línea con unas directrices publicadas en octubre por el Consejo de Estado de China (Ejecutivo). Así, las autoridades llaman a los gobiernos locales a construir una sociedad "favorable al matrimonio y la crianza de hijos".
Los estudiantes universitarios chinos muestran un cambio significativo en sus actitudes hacia las relaciones, recoge China Population News, dependiente de la Comisión Nacional de Sanidad y Planificación Familiar. En una investigación realizada por el medio, más de la mitad de los encuestados (56,9%) afirmó no estar interesado en iniciar una relación amorosa, siendo la dificultad para equilibrar el tiempo entre el estudio y la vida personal una de las razones principales.
Los resultados reflejan, según el análisis, una carencia de educación sistemática, lo que se traduce en "percepciones vagas" sobre el noviazgo. Para abordar esta situación, expertos de China Population News sugieren que las universidades adopten un enfoque más activo.
El estudio refleja que el 2,51% de los estudiantes ha participado en algún curso sobre relaciones, mientras que el 65,99% ha expresado interés en que su institución ofrezca formación en esta área. Ante esta demanda, el Gobierno plantea incorporar cursos que combinen teoría y análisis de casos prácticos, enfocados en los últimos años de carrera y con contenidos que abarquen habilidades de comunicación entre los géneros.
El artículo también señala que la educación en relaciones no debe ser responsabilidad exclusiva de las universidades y añade que tanto la familia como la sociedad tienen roles en la transmisión de valores sobre matrimonio y la crianza. Sin embargo, el gigante asiático lleva años enfrentando una crisis demográfica, pues las nupcias y la tasa de fertilidad están estrechamente relacionados con los tabúes y obstáculos burocráticos que supone un hijo fuera del matrimonio.
China, que en 2023 cedió a la India el título de nación más poblada del mundo, según la ONU, permite desde 2021 tener un tercer hijo, pero la tasa de fertilidad sigue cayendo. Según analistas locales, la natalidad se sitúa en torno a un hijo por mujer, colocando al país solo por encima de Corea del Sur en este indicador.
Las parejas chinas citan el alto costo de criar a un hijo y el conceder prioridad a su carrera profesional como algunos de los factores que los obstaculizan a la hora de decidir tener descendencia. En 2023, la población china se redujo un 0,14% respecto a 2022, situándose en 1.409,7 millones, marcando el segundo descenso desde 1961, cuando la campaña industrial del Gran Salto Adelante provocó hambrunas.