El último disparate de los talibanes ha sido negar a las mujeres y niñas de Afganistán el acceso a estudios de la salud. Desde ahora tampoco podrán recibir educación para formarse en servicios sanitarios como el de enfermeras o matronas. La prohibición pone fin al último resquicio que les quedaba a las mujeres afganas para acceder a educación superior.
Estudiantes femeninas que asistían a institutos de obstetricia y enfermería en Afganistán denunciaron que se les ordenó no regresar a clase desde el pasado martes.
"Escandalosa, oscurantista y cortoplacista" son los adjetivos que ha utilizado la comisaria europea de Igualdad, Hadja Lahbib, para referirse a la última prohibición impuesta por los talibanes. "Negar a la mujer el acceso a estudios relacionados con la salud generará una brecha en este sector crucial", ha lamentado Lahbib en un mensaje en sus redes sociales.
No hay sistema sanitario sin mujeres formadas que trabajen como profesionales de la salud"
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras ha alertado del impacto que esta prohibición tendrá sobre el futuro de la atención sanitaria en Afganistán. "No hay sistema sanitario sin mujeres formadas que trabajen como profesionales de la salud", ha dicho su representante en ese país, Mickael Le Paih. Asegura que más del 41% del personal médico de esta ONG en Afganistán son mujeres.
El Ministerio de Moralidad y su policía
Estudiar salud y medicina es el último veto de la lista impuesta por los talibanes desde su regreso al poder en 2021. Se trata del último eslabón de la cada vez más larga cadena de prohibiciones que ha convertido la vida de mujeres y niñas en una pesadilla, literalmente.
De que sea así se encarga el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, más conocido como Ministerio de Moralidad. Los mohtasabeen son los funcionarios encargados de hacer cumplir estas leyes. Cuenta la BBC que en 2023 la policía de la moral detuvo temporalmente a más de 13.000 personas por no cumplir con la sharia.
Crimen de lesa humanidad
Un decreto de 2022 del líder supremo se publicó en agosto pasado como ley de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio. Según Amnistía Internacional y la Comisión Internacional de Juristas (CIJ), las restricciones aplicadas a los derechos de las mujeres y las niñas podrían ser constitutivas del crimen de lesa humanidad de persecución por motivos de género.
La ley talibán intenta convertir a las mujeres en sombras sin rostro ni voz"
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU considera que la ley talibán "consolida políticas que borran por completo la presencia de las mujeres en público". Según el Alto Comisionado, Volker Türk, la nueva legislación silencia las voces de las mujeres, las priva de su autonomía individual e intenta convertirlas en "sombras sin rostro ni voz".
La lista de prohibiciones que soportan las afganas
Prohibido su cuerpo y su voz
Según la nueva ley, "siempre que una mujer adulta salga de su casa por necesidad, está obligada a ocultar su voz, rostro y cuerpo". Debe cubrir completamente su cuerpo, incluso el rostro, "para evitar inducir a los hombres a la tentación y el vicio". La ley establece que la mujer debe ocultar su cuerpo y rostro de los hombres con los que no están casadas ni tienen parentesco de sangre. Además, su ropa no debe ser fina, corta o ajustada.
La palabra árabe awrah se refiere a las partes del cuerpo tanto de hombres como mujeres que no deben ser visibles en público. La voz de una mujer se considera awrah y no debe escucharse en público. Tampoco se debe escuchar a las mujeres cantar o leer en voz alta, ni siquiera cuando estén su casa.
Prohibido ir solas
Las mujeres y niñas afganas tienen prohibido aparecer en público solas. Tampoco pueden viajar más de 72 kilómetros, salvo que lo hagan con un acompañante varón.
Prohibida la libertad
Numerosos organismos de la ONU informan de un aumento de los matrimonios precoces y forzados y de la violencia por motivos de género y los feminicidios, que quedan impunes. De hecho, Amnistía Internacional denuncia que los talibanes han desmantelado progresivamente el marco institucional de ayuda a las supervivientes de violencia de género que había operado bajo el gobierno anterior. Ahora sólo existe la sharia (ley islámica) y por lo tanto el peligro de sufrir nuevos abusos.
Prohibida la educación
No han dejado de aumentar las restricciones a la educación de las niñas. Además de prohibirles matricularse en cursos más allá de la enseñanza primaria, en 2023 se prohibió a las ONG internacionales —incluidos los programas dirigidos por UNICEF— impartir educación comunitaria y se les ordenó transferir sus programas a organizaciones locales.
Prohibido trabajar fuera de casa
Los talibanes han prohibido a las mujeres trabajar. Se les ha vetado el trabajo en el sector público, salvo en ámbitos como la sanidad y la educación primaria, o en determinadas instituciones de seguridad, como los aeropuertos o las cárceles de mujeres. En abril de 2023, la prohibición se hizo extensiva a los empleos con la ONU. El pasado verano, más de 4.500 mujeres fueron despedidas de sus puestos de trabajo en el ámbito de la enseñanza.
Prohibido embellecerse
Los salones de belleza recibieron en julio del año pasado la orden de cerrar. La medida afectó a unos 60.000 negocios de propiedad de mujeres, según informes de la ONU.
Prohibido hacer deporte
El régimen talibán prohibe a las mujeres participar en actividades deportivas. De igual modo, no se les permie visitar los parques públicos.
Prohibido escuchar música
La ley talibán prohíbe crear, conservar o publicar imágenes de seres vivos. Eso incluye la foto de un familiar o dibujar un pájaro. También está vetada la compra y venta de estatuas de seres vivos. Las mujeres no pueden usar grabadoras ni radios y tampoco pueden reproducir música.