El mapa que muestra el daño que haría el arsenal nuclear de Putin si decidiese atacar España

La tensión nuclear se encuentra en su punto más álgido desde hace décadas. Las amenazas del presidente ruso, Vladímir Putin, de emplear el arsenal de Rusia han generado una preocupación internacional, sobre todo después del lanzamiento este jueves de un misil balístico hipersónico de rango medio contra Ucrania. Horas después del ataque, Putin afirmaba en un discurso televisado que Moscú se reservaba el derecho a atacar instalaciones militares de países que autorizan a Kiev a emplear sus armas contra el Kremlin.

Si bien el misil ruso lanzado el jueves no contenía carga nuclear, Putin aprobó esta semana una nueva doctrina que permite a Rusia usar su arsenal atómico ante un ataque convencional realizado por cualquier país apoyado por una potencia nuclear. En la práctica, esto podría significar que Moscú respondería con sus armas nucleares si Ucrania, respaldada por EEUU, lleva a cabo un ataque convencional sobre territorio ruso.

Las advertencias hacia Occidente persisten, aunque en principio España no se encontraría entre los principales objetivos. Pero ¿cómo afectaría un hipotético ataque nuclear al país? Un mapa interactivo creado por el historiador Alex Wellerstein, del Stevens Institute of Technology, muestra el impacto devastador que tendría el uso de armas nucleares. Así, 20minutos ha comprobado cómo afectaría el misil Topol SS-25 (RT-2PM Topol), un arma balística intercontinental del arsenal ruso, si fuera lanzado sobre Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao.

El Topol SS-25 es uno de los misiles balísticos intercontinentales más representativos del arsenal ruso, aunque está siendo progresivamente reemplazado por sistemas más modernos como el RS-24 Yars. Diseñado durante la década de 1980, este misil es móvil y utiliza combustible sólido, lo que lo hace difícil de detectar y destruir. Puede transportar una carga nuclear de hasta 800 kilotones y alcanzar objetivos a más de 10.000 kilómetros de distancia.

Cómo afectaría a Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao

En un escenario simulado, una detonación a una altitud de 2.900 metros sobre la superficie de Madrid, Barcelona, Sevilla o Bilbao tendría efectos devastadores. Las consecuencias serían las siguientes, teniendo en cuenta que las cifras son siempre orientativas y en base a los datos de nuclearsecrecy.com:

Madrid

La detonación podría causar alrededor de 1.047.690 muertes inmediatas y 1.531.600 heridos graves. En total, unas 4.155.762 personas de media estarían dentro del radio de daño leve (18,4 km de diámetro).

Barcelona

Se estima que unas 870.590 personas morirían y 1.087.640 resultarían heridas. Alrededor de 3.100.526 residentes se encontrarían en el área de daño leve.

Sevilla

Las muertes se situarían en unas 409.65, mientras que los heridos se quedarían en una cifra similar, con 409.570. Unas 1.217.706 personas podrían ser afectadas por daños ligeros.

Bilbao

Ante un hipotético ataque nuclear, habría unas 374.700 muertes y 385.680 heridos, con una población de 1.132.988 personas expuestas a daños leves.

Los efectos que tendría la detonación nuclear

La bola de fuego (esfera de plasma incandescente que se forma después de la explosión) con un radio de 0,97 km (2,97 km²) provocaría que todo lo que se encuentre dentro de esta zona sería vaporizado de forma inmediata. Las altas temperaturas en el centro del área provocarían que el suelo, edificios y cuerpos humanos se transformaran en gas al instante.

La segunda zona más perjudicada abarca un radio de 6,53 km (134 km²) y presentaría un daño moderado. La mayoría de los edificios residenciales colapsarían y las lesiones graves y las víctimas mortales estarían muy extendidas. Las posibilidades de que se iniciaran incendios en zonas comerciales y residenciales serían elevadas.

En la tercera zona, que se vería afectada por la radiación, el calor generado por la detonación causaría quemaduras de tercer grado hasta un radio de 11,1 km (384 km²). Estas heridas podrían atravesar todas las capas de la piel, causando cicatrices graves e incapacitación.

La última zona a la que llegarían los efectos de una explosión nuclear, tendría daños materiales. Por ejemplo, las ventanas de vidrio se romperían en un radio de 18,4 km (1.060 km²), causando lesiones por esquirlas.

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