"Donde va la desgracia, va la suerte", dice un militar que llega a la administración de lotería número uno de Aldaia, una de las decenas de localidades afectadas por la DANA del pasado 29 de octubre en Valencia. Se quiere llevar "bastantes décimos" de Lotería de Navidad, sorteo que se celebra dentro de un mes. Mientras muchos vecinos hacen cola para recibir un plato de comida caliente en la plaza de la Constitución de este municipio, otros esperan su turno en busca de la suerte en medio de la devastación. Y lo hacen de la mano de María José, una lotera que logró reabrir "en cuanto volvió la luz", casi dos semanas después de la barrancada.
María José se reencuentra con sus clientes por primera vez desde la riada. "A mí me da igual si se ha duplicado. Me lo quedaré para mí. Lo único que quiero es que estéis todos bien y poco a poco iremos con todo", le dice a un vecino y jugador habitual de La Primitiva. Tiene la puerta "encajada" por los daños causados por el agua, cuya marca persiste en una pared, pero a través del cristal de su mostrador cuenta a 20minutos que "la gente se está volcando, incluso con pedidos solo por ayudar".
"Está viniendo bastante gente. Los habituales, que van volviendo poco a poco, y todos los voluntarios... Incluso antes de abrir, nos han hecho muchísimos pedidos por la web. La gente se ha volcado, incluso hay gente que me ha llamado por teléfono y me ha dicho 'quiero un décimo solamente por ayudar'", asegura María José.
-"Dame uno del 46960", pide una clienta. Es el número del código postal de la localidad, a la venta en esta administración "porque a la gente del pueblo le gusta".
La lotera recuerda que ese número solo ha dado el reintegro algún año, pero este año, tras 40 años repartiendo suerte, desea que sus vecinos "sean todos felices". Este año hace más falta que nunca que el Gordo caiga en una zona devastada por la riada. "Si ya normalmente lo quieres, este año más", apunta.
-"Me lo llevo a Salamanca y me va a tocar bajar para celebrarlo aquí", tercia otro voluntario.
A su lado, un militar relata que llegó hace una semana a Paiporta, donde se topó con una estampa similar a la que también vivió en Indonesia en 2004. "Hemos estado en Irak, en Afganistán, en Líbano, en Indonesia... Eso impacta y duele, pero esto es España", reflexiona.
En la calle espera su turno Antonio Contreras, de movilidad reducida y 72 años. "Yo ya encontré la suerte. Estoy vivo", asegura mientras explica que reside en una planta baja y que el agua le entró medio metro. Este vecino de Aldaia recuerda cómo vivió la tarde del pasado 29 de octubre: "Me dijeron 'tienes que salir a la calle porque va a haber mucha agua', pero cuando intenté salir a la calle, ya estaba el agua en la puerta de mi casa. Con un amigo, me dio tiempo a poner las barreras, pero el agua las saltaba. Cuando aquello subía empecé a rezar. Soy creyente y un padrenuestro me dio tiempo. Y luego, pues a esperarla, como los legionarios". Contreras se refugió en unas escaleras de su casa y ahora celebra seguir vivo junto a su mujer.
Qué hacer con décimos embarrados
La riada arrasó con todo lo que se encontró en su camino, incluidos los décimos de lotería de esta administración. Los boletos mojados "se secan y, si no están muy deteriorados, se pueden vender. Si no, se devuelven", termina la lotera.
Para todas aquellas personas afectadas por la DANA que tengan décimos embarrados, desde Loterías y Apuestas del Estado recomiendan que se conserven porque, en caso de resultar premiados, se pueden comprobar en un punto de venta y, si son validos, serán premiados.
Según explican a 20minutos, existe un departamento que recibe cientos de décimos todos los años en mal estado. "Hechos una bola porque han pasado por la lavadora, trozos de un décimo que se ha quemado o se lo ha comido un perro, o que se ha enganchado en la cartera... Tenemos un protocolo según el cual los décimos son comprobados y, si son válidos y están premiados, se abona el importe correspondiente", explican fuentes de Loterías y Apuestas del Estado.
Un equipo de Loterías y Apuestas del Estado trabaja "desde el minuto uno" sobre el terreno para hacer recuento de daños en administraciones -aún no han podido determinar cuántas han resultado dañadas- y de los décimos perdidos.