Las terrazas de los bares y restaurantes de España son los lugares donde se produce una mayor exposición al tabaquismo, incluso entre personas que no fuman. El 48% de los no fumadores asegura que respira el humo en estos espacios, una proporción que, sumada al 24% de fumadores pasivos que hay en el resto de espacios, indica que la prevalencia global del tabaquismo pasivo es del 55%.
Así lo indica el último estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que revela también que el 17% de los encuestados son fumadores de cigarrillos convencionales, en su gran mayoría, personas de entre 16 y 44 años. Si bien las terrazas son los entornos en los que es más probable convertirse en un fumador pasivo, en el resto de espacios esa posibilidad es bastante más reducida, aunque igualmente considerable: el 9% de las personas no fumadoras convive con humo de trabajo; y, en los centros educativos, el 7% de los estudiantes dice estar expuesto al tabaquismo. En el ámbito laboral, la prevalencia es del 8% entre los empleados, aunque, de nuevo, la cifra asciende al 22% entre los no fumadores que trabajan en el sector de la hostelería.
En cuanto a los nuevos productos, la investigación presentada este miércoles evidencia también que uno de cada diez entrevistados reconoce que consume dispositivos como vapers o cigarrillos electrónicos. Aunque el porcentaje es mayor entre los jóvenes de menos de 24 años y prácticamente nulo entre los mayores de 54 años. Aquí los entornos en los que los no fumadores están expuestos a estas sustancias varían un poco: la prevalencia general del tabaquismo pasivo de esos nuevos productos es del 7%; pero, por ejemplo, es mucho más alta entre estudiantes no fumadores (12%). En terrazas, el 32% de los no fumadores; y, en los puestos de trabajo, el porcentaje desciende al 4% (al 18% entre trabajadores de hostelería).
"Se observa una mayor permisividad hacia la exposición al vapor de nuevos productos en comparación con el humo del tabaco", advierte el director de proyectos de investigación en tabaquismo de SEPAR, Juan Antonio Riesco Miranda, quien incide en que, en contraposición, "la mayoría de la población encuestada apoya un aumento de las restricciones". Coincide con ella la coordinadora del estudio, Inmaculada Gorordo, quien considera que las "restricciones parciales" que priman ahora en los espacios públicos no son efectivas, por lo que habría que imponer "restricciones totales". "No hay que hablar de tapar las terrazas con una cubierta y pensar que eso es suficiente", ha señalado Gorordo, quien insiste también en la necesidad de que la legislación incluyalas nuevas formas de tabaquismo.
La investigación, realizada por el Instituto de Investigaciones de Mercado y Marketing Estratégico (Ikerfel), permite también hacer una comparativa con años anteriores y ver la evolución de ese tabaquismo pasivo en España. En los últimos 13 años, desde que se reguló el tabaco por última vez, la prevalencia del tabaquismo pasivo ha aumentado en varios entornos, con los hogares (Del 8 al 9%); en el trabajo (del 6 al 9%); en centros educativos (del 6,3 al 7%); y en los locales de ocio (del 12 al 15%).
