El PSOE ve "imposible" la senda de déficit que propone Junts, pero se abre a dar más margen de gasto a las comunidades

Las negociaciones entre el PSOE y Junts para sacar adelante una nueva senda de déficit ya están en marcha. Después de que el Gobierno retirase la propuesta que se iba a votar este jueves ante una derrota parlamentaria asegurada, los socialistas y Junts volvieron a sentarse en la mesa con el objetivo de alcanzar un acuerdo. Desde Moncloa ven "imposible" el primer planteamiento de los posconvergentes, que implicaría repartir el déficit en tres tercios entre el Gobierno, las comunidades y los ayuntamientos, porque ya hay unos criterios solidificados en la Comisión Europea para reducirlo, pero sí se abren a que el Estado se endeude más en beneficio de las comunidades y ayuntamientos, que pasarían a tener más margen de gasto.

Para ello, tendrían que modificar la actual propuesta, que contaba con casi 12.000 millones de euros más de margen para que las autonomías y las corporaciones locales gastasen en dos años, y elevar el déficit que asumiría el Estado para que las comunidades y los ayuntamientos pudiesen tener más gasto. Es decir, ofrecen a Junts aumentar esos 12.000 millones de capacidad de gastos de las administraciones autonómicas y locales. Con esto negocia el Gobierno de cara a que Junts cambie su postura y se abra a apoyar este paso previo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Fuentes de Moncloa aseguran que retiraron la votación de este jueves porque vieron una "grieta" por la que Junts podría pasar para llegar a un acuerdo sobre una nueva senda de déficit. "Estaban dispuestos a hablar", apuntan las mismas fuentes, que ven posible pactar con los posconvergentes para que esta votación pueda salir adelante, aunque rechazan poner un límite temporal para ello.

Varias fuentes del Gobierno reconocen que hay "margen" para negociar con Junts, pero que para ello necesitan darse tiempo. Todo esto deja en suspenso la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, aunque desde Moncloa insisten en que las cuentas públicas se presentarán suceda lo que suceda, es decir, que si no logran aprobar una nueva senda de déficit, podrían presentar el proyecto presupuestario con la de 2023. La idea de Moncloa es tramitar "lo antes posible" la senda de déficit y, por otro lado, negociar las cuentas públicas.

Desde el grupo parlamentario socialista también apuntan a la posibilidad de modificar la senda de déficit una vez revisados todos los datos macroeconómicos, entre ellos el PIB, aunque no han querido confirmar que esto sea lo que se va a hacer. Con todo, desde Moncloa insisten en la idea de que la Administración central será la que se tenga que "comer" más déficit para las comunidades y ayuntamientos tengan más capacidad de gasto.

Sentándose de nuevo en la mesa, el Gobierno también intenta recomponer las relaciones parlamentarias con un socio indispensable para la estabilidad de la legislatura. Pero aunque en público evitan cualquier reproche a los posconvergentes, en privado reconocen que la situación con ellos es "irreal" por situaciones como esta, en la que han tenido que retirar una votación casi in extremis. Con todo, insisten en su voluntad de negociar para poder agotar la legislatura en el año 2027 y no antes. "Si retirarla nos lleva a que la senda se tramite, bienvenida sea", concluyen desde Moncloa.

Con quien no ven ninguna oportunidad de negociación es con el PP, aunque precisamente es a los populares a quienes achacan la "irresponsabilidad" de no apoyar la senda de déficit. Recuerdan que se abstuvieron en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) donde se aprobó la última senda de déficit porque "son conscientes" de que los 12.000 millones de euros de margen para las comunidades y ayuntamientos "son positivos" para ellos. En cualquier caso, nadie del Ejecutivo dice claramente que vayan a sentarse a hablar con el PP sobre la posibilidad de negociar una nueva senda de déficit.

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