El tema migratorio es el cuento de nunca acabar para la Unión Europea y Ursula von der Leyen lo ha convertido en una prioridad. Según un documento enviado a los 27, al que ha tenido acceso 20minutos, la presidenta de la Comisión propondrá a los Estados miembros hacer real la opción de crear centros de deportación de migrantes fuera de territorio comunitario, siguiendo el ejemplo de Italia, que ha llegado a un acuerdo con Albania para ello. La dirigente alemana pide "extraer lecciones y explorar diferentes vías", entre ellas esta. Este paso se pondrá sobre la mesa en la cumbre de líderes que se celebra este jueves y viernes en Bruselas.
Esa línea sigue el camino marcado ya por catorce Estados miembros, entre los que están Francia y Alemania, pero no España, que piden planes concretos para "acelerar las expulsiones". Además, los centros son una posibilidad que acepta de buen grado también Viktor Orbán. El primer ministro húngaro lo dejó claro la pasada semana en el Parlamento Europeo. "La única migración que no se queda es la que no entra", apuntó. Mientras, Von der Leyen -muy crítica con Budapest por su connivencia con Rusia- sí abraza la línea dura marcada por Roma.
Los acuerdos con terceros países han sido un pilar clave para Bruselas en los últimos tiempos, aunque algunos de ellos, como el alcanzado con Túnez (o el que se firmó con Turquía en 2015) fueron objeto de duras críticas. Pero Von der Leyen sigue en esa premisa con la idea, dice, de "ayudar a quienes buscan asilo sin tener que embarcarse en viajes peligrosos a través del Mediterráneo". Así, esta será una prioridad para la nueva comisaria para el Mediterráneo, Dubravka Suica, durante la presente legislatura. El debate, eso sí, es quizá el más polarizante para la UE, además con una Eurocámara mucho más dividida que en otros lustros.
Esto se une a las decisiones que están tomando algunos países miembros como Alemania o Suecia de reforzar los controles en frontera para evitar una llegada masiva de migrantes, con la idea de "fortalecer la seguridad", apuntan los gobiernos. En este sentido, la líder del Ejecutivo comunitario también propondrá a los 27 la vía de acelerar la entrada en vigor del Pacto de Migración y Asilo, cerrado hace unos meses y que está previsto que empiece a funcionar en 2026. Esa celeridad sí que la ve con buenos ojos el Gobierno español, tal como pidió hace unos días Pedro Sánchez.
La toma de decisiones, con todo, se toma a varios niveles y Von der Leyen incide en la necesidad de acuerdos con "socios clave" como Egipto, Marruecos y Argelia. Además, plantea la posibilidad de adoptar sanciones contra los terceros países que no colaboren con la UE. "La UE debería estar dispuesta a utilizar como palanca no sólo la política de visados sino también otras áreas como la comercial", añade en la misiva enviada a los jefes de Estado y de Gobierno antes del Consejo Europeo de esta semana.
Hay, a ojos de la Comisión Europea, "un cambio de paradigma" en el asunto migratorio. Con esto, la propuesta principal pasa por enviar a los migrantes a un país tercero "seguro" mientras se resuelve su expulsión definitiva o hasta que acepte regresar de manera "voluntaria", concluyen, mientras Hungría -que ahora ocupa la presidencia rotatoria del Consejo- insiste en la necesidad de celebrar cumbres del espacio Schengen para poder "adoptar posiciones comunes" sobre el asunto.