Una sola frase ha dejado este miércoles clara cuál es la prioridad de la presidencia polaca del Consejo de la UE, que tiene lugar durante este primer semestre de 2025. "No preguntemos a EEUU qué puede hacer por nuestra seguridad, preguntémonos qué podemos hacer nosotros", sostuvo el primer ministro polaco, Donald Tusk, en la presentación de prioridades ante el Parlamento Europeo en el pleno de Estrasburgo. El mensaje de Tusk empezó de hecho con una reivindicación del modelo europeo, la misma línea usada en los últimos días por los altos cargos en Bruselas frente a las propuestas de Trump. "No se trata solo de eslóganes políticos. ¿Cuántas veces olvidamos que Europa son casi 450 millones de personas? 27 Estados miembros orgullosos, que a lo largo de los años han sabido y saben conciliar sus posturas", resumió Tusk.
El líder polaco llenó su mensaje de avisos, pero también de optimismo. "La seguridad es extremadamente importante en el día a día de todos los europeos. Permítanme decirles esto: si creemos que un cambio de presidencia o de administración en Estados Unidos es un salto a lo desconocido, recuerden esto: Europa nunca ha tenido miedo de saltar a lo desconocido", resumió. "Podemos ser competitivos, no solamente en la economía, también en la política", les dijo a los eurodiputados.
Sobre la vuelta de Trump el líder polaco tampoco ha querido ser beligerante, sino todo lo contrario. "El nuevo presidente de Estados Unidos dice que Europa tiene que asumir sobre sus hombros la parte que le corresponde de la responsabilidad de nuestra seguridad", recordó, y eso es para él algo positivo porque no sería algo "que diría un adversario de Europa". El resumen, de hecho, es a sus ojos sencillo: "Creo que la Unión Europea, los Estados miembros, serán el aliado más valioso también para Washington si tomamos el control de la seguridad, si nos mantenemos firmes, si abrimos nuestras mentes y nuestros ojos, y cuando veamos dónde está el enemigo, dónde está el riesgo", concluyó.
La base de todo esto es uno de los conceptos más importantes de los últimos tiempos en Bruselas: la autonomía estratégica. Tusk se ha subido a ese carro. "Tenemos que volver a creer en nuestro poder. El potencial es un hecho. Somos fuertes, estamos a la altura de las mayores potencias del mundo", les dijo el primer ministro polaco a los grupos políticos de la Eurocámara; y es, además, una cuestión de números. "Algunos piensan que es extravagante o que es una advertencia brutal o malintencionada cuando decimos que debemos gastar hasta el 5% del PIB en nuestra seguridad. Me gustaría decirles que este es un momento en el que Europa no puede permitirse ahorrar en seguridad. Hablo como primer ministro de un país que ya gasta casi el 5% en su seguridad", sostuvo.
"Estamos gastando el 5% no solo en nuestra propia seguridad, sino también en la seguridad de toda Europa, porque da la casualidad de que es Polonia la que tiene una frontera tan larga con Rusia y Bielorrusia, y la amistosa con Ucrania, pero una frontera de guerra en cierto modo en este momento", avisó, antes de recalcar que "si Europa quiere sobrevivir, necesita armarse" y no es algo que haya elegido ella misma.
Si Europa quiere sobrevivir, necesita armarse
La UE parte casi de cero en lo que a inversión conjunta en Defensa se refiere. "Hemos sufrido mucho. Hemos sufrido más en Europa, y quizá por eso entendemos tan bien que, para evitar que se repita la historia, tenemos que estar armados, tenemos que ser fuertes y tenemos que ser decididos también en lo que respecta a nuestras capacidades militares", sostuvo Tusk, que pide a los países europeos "ser creativos" en las fórmulas conjuntas. De esa inversión, esgrimió desde la tribuna, "no solo el futuro de Ucrania y de la región, sino de toda Europa y de todo el mundo tal y como lo conocemos hoy. Depende de nuestra capacidad para defendernos, independientemente de quién quiera ayudarnos y quién quiera jugar en nuestra contra".
La UE tiene que ser un jugador más, a la altura de EEUU o China. "En política, si no tienes poder, eres digno de desprecio", alertó Tusk ya al final de su discurso. "No podemos estar indefensos ante la mentira y la desinformación, sobre todo ahora que la mentira y la desinformación se han convertido en una herramienta, en un arma en manos de quienes han atacado a Ucrania y son una amenaza para toda la UE", expresó, pero al mismo tiempo dejó claro que este es un tema que necesita "una reflexión profunda".
"Tenemos que encontrar métodos para que sea imposible interferir en nuestras elecciones, en nuestras democracias, especialmente por parte de las fábricas rusas de desinformación y mentiras. En el ámbito de la información, no podemos olvidarnos de proteger a nuestros hijos y a nuestros nietos contra la violencia, contra la mentira, contra el desprecio hacia otras personas. Se trata de una cuestión de reflexión muy profunda", dijo, en unas palabras dirigidas de manera indirecta a actores hostiles como Moscú. Pero eso tiene que darse "sin caer en la trampa de la censura". Así, Tusk terminó reivindicando "la competencia o el libre mercado" porque son "ideas europeas". Fue muy rotundo el primer ministro polaco para cerrar su hoja de ruta: "Europa ha sido, es y será grande".