Los tres tipos de enfermedades que ayuda a combatir el plátano

No es descabellado decir que pueda que se trate de la fruta más consumida en España y, de hecho, las cifras la sitúan como la más consumida del mundo. Sus dos variantes más conocidas, banana y plátano, se cultivan en más de 130 países, lo que convierten a esta fruta en una de las más accesibles y baratas del mercado. Sus nutrientes son variados e importantes y actúan contra tres de las enfermedades con más prevalencia en la actualidad.

A pesar de que su cultivo es mundial, es la India el país que más produce y Ecuador el que más exporta. En nuestro país cuenta con una ubicación especial que se corresponde a su denominación: plátano de Canarias. A estas alturas ya sabemos que son esas motitas negras características y su tamaño (más pequeño que la banana), las dos señales inequívocas de que compramos el producto nacional.

Con el nombre científico de Musa, la herbácea a la que pertenece, sus frutos se denominan en función de las diferentes especies, cultivos y regiones geográficas de las que estemos hablando, siendo las más conocidas el plátano y la banana. En ambos los hidratos de carbono destacan entre sus nutrientes y cuanto más verde más almidón contiene. Esta es la principal diferencia nutricional: el plátano se consume más maduro que la banana, así que tiene menos almidones y más azúcar.

Colesterol

Es uno de los beneficios más conocidos de esta fruta. El secreto reside en, por un lado, sus niveles de proteínas son muy bajos y, por otro, la cantidad de lípidos que contiene son definidos por voces expertas como casi inexistentes, ya que son inferiores a 0,5 gramos. A la hora de combatir el colesterol, una de las enfermedades más prevalentes en sociedades occidentales, también es importante señalar que su aporte de fibra y potasio ayudan a bajar la presión arterial, factor importante con respecto a esta enfermedad.

Diabetes

La fibra y el potasio también son claves para otra patología importante: la diabetes. El plátano ayudaría de esta forma a controlar los niveles de azúcar en sangre. Su alto contenido en almidón promueve además una liberación estable de insulina. Claro está que una persona que ya ha sido diagnosticada con esta patología no debe confiar únicamente la regulación de la glucosa a esta u otra fruta, pero su consumo se recomienda como un aliado importante.

Trastornos intestinales

El almidón actúa como un potente prebiótico natural. Esto significa que la importante cantidad que aporta el plátano de este hidrato de carbono alimenta a las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal, lo que evitará alteraciones indeseadas en este sentido. Un dato interesante teniendo en cuenta que casi la mitad de la población española padece alguna patología digestiva, según estimaciones de la Fundación Española del Aparato Digestivo.

Referencias

García, S. (2023, 24 de julio). Diferencias entre el plátano y la banana más allá de las manchas negras. Academia Española de Nutrición y Dietética. https://www.academianutricionydietetica.org/saber-comprar/diferencias-platano-banana/

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