El temporal que ha sumergido en agua la ciudad argentina de Bahía Blanca, con el resultado de 16 muertos, 100 desaparecidos y 1.450 evacuados, ha puesto en evidencia los estragos de la crisis climática en este país, según los ecologistas, que advierten que este tipo de desastres se volverán a repetir.
La caída de 400 milímetros de agua en ocho horas sobre Bahía Blanca es un “llamado de atención” ante la destrucción del medioambiente y la falta protección de la vegetación, según Greenpeace, que deja claro que estos fenómenos son cada vez más frecuentes, intensos y duraderos.
“Si lo vemos en una escala local hay que planificar obras, mejorar la infraestructura para poder prevenir o mitigar, pero cuando se ve a una escala regional se empieza a vislumbrar la pérdida de retención del agua en los suelos”, dijo Matías Arrigazi, especialista en biodiversidad de la organización ecologista.
La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) destaca que Argentina se encuentra en una etapa donde el impacto del cambio climático es irreversible, por eso el objetivo es la adaptación.
“Bahía Blanca es una muestra más de cómo el cambio climático está alterando el patrón de los fenómenos climáticos. La infraestructura de la ciudad no estuvo preparada para manejar los niveles de agua. Esto puso en evidencia la falta de una planificación urbana adecuada, así como de planes de respuesta rápida ante eventos climáticos extremos”, afirma la FARN en un comunicado.
El negacionismo climático de Milei
El Gobierno de Javier Milei, que ha negado el cambio climático de forma repetida, recortó el presupuesto de obras públicas de forma considerable y entre las partidas afectadas está la de “Apoyo para la Expansión de Obras de Adaptación a Extremos Climáticos”, que pasó de 37.155 millones (34,2 millones de dólares) en 2023 a 46,6 millones de pesos (42.899 dólares) en 2024.
En los días previos a la tormenta desatada sobre Bahía Blanca, una ciudad muy cercana a la costa atlántica, el Gobierno disolvió la Dirección Nacional de Emergencias y despidió a sus 485 empleados, cuyo objetivo era brindar asistencia y enviar insumos en caso de catástrofes.
En noviembre pasado, Milei ordenó el retiro de la delegación argentina de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP 29), que se celebraba en Bakú, y meses después, en febrero, admitió que estaba analizando salir del Acuerdo de París, un día después de haber anunciado el retiro del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Milei también transformó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en una subsecretaría, que en su primer informe bienal, a pedido de la ONU y publicado a fines del año pasado, reveló que la frecuencia de las lluvias y el aumento del nivel del mar en la costa sur de Argentina podría generar inundaciones permanentes.
La crisis climática en Argentina
En Bahía Blanca predomina la llanura pampeana, un terreno plano con ligeras ondulaciones, y está emplazada sobre canales de agua bajo una inclinación leve hacia el Atlántico, que forma un drenaje natural.
Esta zona no tiene bosques frondosos, pero sí vegetación que puede absorber el agua y que se ha visto destruida para favorecer cultivos, lo que ha hecho que las consecuencias sean peores.
“Esto se nota en la región pampeana con los monocultivos, que impermeabilizan el suelo y hacen que el agua se deslice como si fuera una rampa de un lugar a otro, que por estar en una zona baja recibe toda el agua estando a kilómetros de distancia”, explicó el especialista de Greenpeace.
Según el gobierno provincial de Buenos Aires, las inundaciones de hasta dos metros provocaron destrozos en la ciudad evaluados en 400.000 millones de pesos (368 millones de dólares).
Entre tanto, el Gobierno de Milei ha anunciado que la reconstrucción de Bahía Blanca corresponde a la provincia, gobernada por su rival político, el opositor peronista Axel Kicillof, y solo ha autorizado ayuda monetaria por unos 9,2 millones de dólares.
Las autoridades, ahora, esperan a que el agua termine de achicar para iniciar las tareas de reparación y búsqueda de desaparecidos, ya que no se descarta que se puedan encontrar más víctimas.
