El futbolista Jamie Vardy es historia de la Premier League. Campeón de la competición doméstica con el Leicester City en 2016, el británico es uno de los atacantes más veteranos de la liga y ha disfrutado de una trayectoria difícil de igualar.
Posiblemente características como la picardía le han hecho llegar hasta lo más alto del fútbol inglés. Prueba de ello es la rutina de preparación que ejerce antes de cada partido, un tanto surrealista y que ha salido a la luz antes de que se estrene el documental que sacará próximamente en la plataforma Netflix.
Según el diario inglés The Telegraph, el delantero del Leicester se llega a beber hasta tres latas de Red Bull antes de cada partido. Empieza con una en su casa, luego otra en el estadio y la última antes de salir al terreno de juego. Y entre tanto, se come una tortilla de queso y jamón y se bebe un doble espresso.
Además, otra peculiaridad de su rutina de preparación es que se centra en aprender insultos en el idioma nativo de los defensas del equipo rival. Así consigue sacar de quicio a los futbolistas que en los partidos tienen que marcarle para ver puerta más fácilmente.
Y después del partido, Jamie Vardy pasa a la recuperación por medio de una cámara de crioterapia que tiene en su casa, importante para que su cuerpo rinda bien toda la temporada a sus 37 años.