Este año no estaban los ánimos para celebraciones ni era el momento de festejos. La DANA, que tanto dolor ha arrastrado a su paso, marca vidas, altera agendas y decide protocolos. La sobriedad, como no podría ser de otra manera ante tanta desgracia, se impone y fue determinante en el acto de entrega del Premio Cuco Cerecedo con el que la Asociación de Periodistas Europeos reconoce el buen trabajo de los profesionales de la información y que, en esta ocasión, recibió Carlos Franganillo, director de Informativos Telecinco y presentador de las noticias de la noche, perfecto ejemplo de los valores que este galardón representa.
Como viene siendo tradicional el acto fue presidido por los Reyes que, compartiendo el dolor de tantos, entendieron la necesidad de mantener la esencia de este encuentro, al que el monarca, presidente de honor de la Asociación, nunca ha faltado desde hace 35 años.
Hace dos décadas se incorporó su entonces prometida Letizia Ortiz, periodista, presentadora del telediario y convertida ella misma desde ese momento en noticia. La reina, vistiendo en esta ocasión un sobrio traje negro tipo esmoquin, no ha olvidado su oficio, se siente cómoda entre sus colegas, está bien informada y le gusta hacer preguntas.
En estos tiempos difíciles que aparejan desinformación y sobredosis informativa, Felipe VI hizo una clara defensa del periodismo que busca la verdad como pilar de la democracia.