El noveno mes de 2024 fue el segundo septiembre más cálido a nivel mundial, con una temperatura media de 16,17 grados, siendo superado solo por el mismo mes de 2023. Así lo expone el informe publicado este martes por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, dependiente de la Comisión Europea, que indica un incremento de 0,73 grados respecto a la media entre 1991-2020 para la misma fecha.
Asimismo, en lo que va de 2024, la temperatura media global ha presentado una anomalía de 0,71 grados superior a los valores habituales, lo que supone un aumento de 0,19 grados en comparación con el mismo periodo de 2023. Este desvío es el más pronunciado desde que se tienen registros para esta etapa del año, y todo apunta a que esta tendencia podría mantenerse hasta diciembre.
De continuar este patrón hasta finales de año, 2024 podría superar a 2023 como el año más caluroso de la historia. Para evitarlo, la temperatura global debería descender en más de 0,4 grados en los próximos meses. Sin embargo, Copernicus señala que este escenario es improbable, lo que hace casi seguro que 2024 termine como el año con mayor temperatura registrada hasta la fecha.
El pasado septiembre también fue el segundo más cálido registrado en Europa, con una temperatura media en suelo europeo que se situó 1,74 grados por encima de la media. En septiembre de 2023, que también ostenta el récord en el continente, la temperatura fue 2,51 grados superior a la media.
Las temperaturas fueron más superiores a la media en el este y el noreste de Europa. No obstante, fueron inferiores a la misma en gran parte de la zona occidental, incluida Francia, la mayor parte de la Península Ibérica e Islandia.
Fuera del continente, el mercurio estuvo por encima de la media en Canadá, el centro y el oeste de EEUU, Sudamérica, el noreste de África, China y Japón. Las temperaturas fueron inferiores a la media en el Sahel, el sur de África, el este de EEUU, varias zonas de Asia central y el oeste de la Antártida.
Precipitaciones superiores a la media
En lo que se refiere a las precipitaciones, Copernicus destaca que gran parte de Europa registró lluvias superiores a la media. Sin embargo, la borrasca Boris provocó fuertes lluvias, inundaciones y daños asociados en Europa central y del este. Por el contrario, el mes fue más seco que la media en Irlanda, el norte Reino Unido y parte de la zona más oriental de Europa, así como en el oeste y el sur de la Península Ibérica, donde se observaron graves incendios forestales.
"Las precipitaciones extremas de este mes, algo que observamos cada vez con más frecuencia, se han visto agravadas por una atmósfera más cálida, que ha provocado lluvias más intensas, con volúmenes de precipitación de varios meses en cuestión de pocos días", ha señalado Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).
La experta ha advertido de que el riesgo de precipitaciones extremas seguirá aumentando con el incremento de las temperaturas. "Cuanto antes alcancemos las cero emisiones, antes podremos mitigar este riesgo", ha añadido.
Por otro lado, septiembre fue más húmedo que la media en varias regiones de Norteamérica, mientras que el sudeste de EEUU se vio azotado por el huracán Helene. También se registraron condiciones más húmedas de lo normal en el norte de África, el noreste de Rusia, el este de China, el noroeste de Australia, el extremo sur de África y el extremo sur de Brasil.
Ahora bien, se observaron condiciones más secas de lo normal en partes de Norteamérica, el oeste y el este de Rusia y el noreste de China, el este de Australia, la mayor parte del sur de África y Sudamérica. También se registró actividad de incendios forestales en varias regiones, entre ellas Rusia y Sudamérica.