La Formación Profesional (FP) lleva años demostrando ser un motor de empleabilidad juvenil en España. Es, además, una alternativa educativa cada vez más elegida por los jóvenes españoles, que son cada vez más conscientes de la variedad de oportunidades que ofrece en un mercado laboral sobrecualificado. Así lo demuestran los datos de un estudio de Fad Juventud: seis de cada diez estudiantes de FP consigue trabajo menos de seis meses después de terminar sus estudios y, de ellos, el 36% lo hizo a los tres meses de graduarse. La investigación ha sido elaborada junto a la Fundación Gestamp y analiza las percepciones y expectativas de la juventud española tras llevar a cavo 1.255 encuestas online a jóvenes de entre 16 y 29 años.
Los resultados, presentados este martes en la sede de la CEOE, muestran una valoración positiva de los jóvenes: casi seis de cada diez tiene una percepción muy favorable de esta formación, cifra que aumenta al 69% entre quienes la han cursado. Persisten, sin embargo, los estereotipos de género por los prejuicios a la hora de elegir ciertas especialidades, lo que perpetúa que los hombres todavía predominen en las ramas más técnicas y las mujeres en las de cuidados y la comunicación.
Quienes optan por la FP destacan su capacidad para especializarse (67,3%), la posibilidad de aprender un oficio de manera rápida y eficaz (64,5%), la su inserción laboral (26,5%) y la vocación personal (30,5%) como motivos para estudiar este itinerario. Esto ha hecho que en la última década las matriculaciones se hayan disparado considerablemente, sobre todo en los cursos de Grado Superior, con un aumento del 60% respecto a 2015. En Grado Medio, el crecimiento fue menor, aunque también importante, del 25%.
Sin embargo, España se mantiene todavía por debajo de la media europea en matriculación: en 2022, el 44% de todos los graduados de Secundaria o superior en España eran de FP; mientras en Europa esa cifra era del 48,3%. Además, el 39,2% de todos los estudiantes españoles de este nivel cursaban en ese mismo año algún curso de FP, frente al 49% europeo. ¿Las barreras? La investigación revela que las principales razones para no elegir la Formación Profesional son la falta de interés, el desconocimiento de la juventud de las oportunidades que ofrece esta vía educativa y una preferencia por la universidad.
La falta de información sobre esta vía educativa es otra de las causas de que España presente tasas de matriculación todavía más bajas, pese al impulso que se le está dando a la FP desde la aprobación de la nueva ley, en 2022. Casi uno de cada tres jóvenes asegura que no recibió la orientación adecuada durante su formación en la educación primaria y secundaria, que son las etapas en las que deben tomar la decisión sobre cuál es el camino que quieren tomar para continuar sus estudios. De hecho, un 30% considera que recibió poca información sobre la FP y un 7,9% que no recibió ninguna.
"Esta falta de orientación limita sus decisiones y puede llevar a que no contemplen la FP como una opción formativa válida", incide el estudio, en el que se aprecia aquí también una brecha de género: un 29,8% de los chicos considera que recibió mucha o bastante información, mientras que solo un 17,4% de las chicas comparte esta opinión.
En esa línea, la participación femenina en FP es todavía baja en comparación con los compañeros varones, aunque sí que es cierto que la matrícula femenina representaba ya el 46,5% del estudiantado en el curso 2022-2023. Ellas, además, se concentran mayoritariamente en sectores como sanidad y servicios sociales; mientras que los chicos predominan en áreas más técnicas, como la informática y la electrónica. Apenas un 9% de las mujeres opta por una especialidad de informática y comunicaciones (frente al 24,1% de los hombres) y un 1,2 se decanta por electricidad y electrónica (8,2% en el caso de los hombres).
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