El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha instado este viernes a la Comisión Europea a actuar con coherencia y constatar que si Israel no respeta el derecho internacional y los derechos humanos en los que se basa el acuerdo de asociación con la Unión Europea "solo hay un camino: revisar ese acuerdo".
"Los acuerdos deben cumplirse en su letra y su espíritu y esa es la base de nuestra credibilidad ante el mundo", ha manifestado Sánchez en una declaración en la ciudad chipriota de Pafos, donde se han reunido los líderes de los países mediterráneos de la Unión Europea (UE) con la crisis de Oriente Próximo en el centro de la agenda.
Sánchez ha recordado que envió una carta con esa petición en febrero a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, firmada junto al primer ministro irlandés, Leo Varadkar, y ha insistido en la necesidad de actuar: "Seamos coherentes". Como ha hecho antes que él el presidente francés, Emmanuel Macron, ha tachado de "absolutamente inaceptable y totalmente rechazable" lo ocurrido en el cuartel general de la FINUL en Líbano, donde cascos azules han resultado heridos por disparos israelíes, y ha exigido el cese de todo tipo de violencia.
Tras recordar que ya son más de 40.000 las víctimas mortales en Gaza y Líbano y más de tres millones los desplazados, ha insistido en la necesidad de recuperar la diplomacia y el diálogo en Oriente Próximo, donde Europa, a su juicio, puede jugar un papel activo por la paz. "Ningún orden internacional justo y duradero puede levantarse a golpe de metralla y de cañonazos", ha manifestado.
En este contexto, ha considerado que en el próximo Consejo Europeo la UE debe exigir un alto el fuego inmediato en Gaza y Líbano; el cese de la violencia en Cisjordania; y la liberación de todos los rehenes en manos del grupo terrorista Hamás.
Ha apostado también por aumentar la ayuda humanitaria a Palestina y Líbano, ha pedido que la comunidad internacional suspenda el envío de armas a Israel, y ha reivindicado de nuevo la solución de los dos estados, con la celebración de una conferencia de paz. "No podemos ni debemos quedarnos de brazos cruzados; hacerlo sería políticamente imperdonable y moralmente rechazable".