La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha defendido este martes el papel que tuvieron la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el pasado 29 de octubre a la hora de avisar e informar a la autoridad responsable de la emergencia por la DANA, la Generalitat valenciana, para que actuara, pero en la enumeración detallada de sus notificaciones ha admitido también que entre los mensajes que en la tarde de aquel día informaron de una caída del caudal de los ríos Albaida y Magro y, a las 18.43 horas, a la crecida final del barranco del Poyo que llevó a su desbordamiento hubo "poco" tiempo para reaccionar, unos 45 minutos.
"Nunca hubo apagón informativo", ha aseverado Ribera en su comparecencia en el Congreso para dar explicaciones de las actuaciones de los organismos dependientes de su Ministerio, 21 días después y en respuesta a la acusación que en sentido contrario lanzó el presidente valenciano, Carlos Mazón el mismo día de la tragedia.
"De los siete mensajes [que la CHJ envió a lo largo de la tarde a la Generalitat [del Poyo]. Si la lluvia intensa se acumula aguas arriba termina aguas abajo. Es ese momento donde hay margen, poco, de 45 minutos, para reaccionar", ha dicho Ribera sobre una serie de mensajes en los que también hubo tres que avisaban de un descenso de los caudales en cabecera de los ríos, que terminaron desbordándose más abajo. "Las aguas que se registran aguas arriba son las que se usan para determinar el crecimiento de caudales aguas abajo, el tiempo de reacción es muy limitado y los sistemas de alerta temprana son los únicos que salvan vidas", ha añadido sobre la alarma que debería haber enviado antes la Generalitat a la población.
Según ha explicado Ribera, entre las 12.07 y las 16.03 horas del 29 de octubre, la CHJ envió a la Generalitat valenciana la primera de las tres notificaciones sobre "caudal descendente", "que se explicaba esencialmente por el aviso más importante, por la pausa en las precipitaciones en cabecera". El último email, a las 18.43 horas, informaba de todo o contrario, de una crecida del caudal de 1.600 metros por segundo, "cuatro veces el caudal medio del Ebro en su desembocadura", que se tomó "aguas abajo", en la estación de la CHJ en Ribarroja.
"Me parece profundamente injusto y peligroso para prepararnos a lo que estamos ya enfrentándonos", ha dicho sobre las críticas a la labor de la AEMET y la CHJ y ha agradecido "el trabajo y la dedicación de los servidores públicos, que emitieron la información tal y como era su deber", ha dicho. Por el contrario, Ribera ha insistido en que el mando de la emergencia y al mando de Protección Civil, la Generalitat, fue quien no actuó adecuadamente. "De poco sirve si quien tiene que responder no sabe cómo hacerlo", ha remachado.
"La pregunta pertinente es si se produjeron las informaciones y las alertas adecuadas. De los datos se desprende que sí y por múltiples canales a lo largo del día", ha asegurado la vicepresidenta, que ha hecho un relato pormenorizado de todos los avisos, emails y llamadas de teléfono de la AEMET y la CHJ a la Generalitat, para alertar de unas lluvias y unas consecuencias que no solo superaron con mucho lo previsto sino también todos los análisis de riesgo existentes. Incluidas dos llamadas de la AEMET en Valencia a Protección Civil de la Generalitat a las 11.26, 11.36 y en sentido inverso, a las 11.51 en la que el registro es que "no se escucha" y "cuelgan".
"La DANA del 29 de octubre se desmarca de los escenario de probabilidad alta- media con capacidad de recurrencia de 100 años o de probabilidad baja con retornos de 500 años", ha dicho sobre los modelos que existen a día de hoy para medir el riesgo. "La intensidad fue tal que en una sola hora cayeron 184 litros por metro en la estación de Turís, un récord histórico de las estaciones de la red de AEMET". "Para que se hagan una idea, se acumuló en tres horas más agua de la que cae normalmente en un año", ha enfatizado Ribera.
Ante esta situación de lluvias históricas, Ribera ha recordado que el aviso rojo que emitió la AEMET a las 7.36 del 29 de octubre fue tan extraordinario como que "en los últimos cinco años, solo uno de cada 400 avisos por lluvia e inundaciones ha sido rojo". "Este es sin duda el aviso mas relevante de toda la cadena de información para poder dar respuesta anticipada e identificar las medidas más adecuadas para proteger a la población". Fue la continuación de los que la AEMET había lanzado en días previos, desde que el 24 de octubre alertó de la DANA y que, según ha recordado- llevaron a que el día antes la Universidad de Valencia decidiera suspender las clases y la Diputación de Valencia y hasta 62 municipios paralizar sus actividades y tomaran medidas.
"Fueron horas muy complicadas en las que la CHJ mantuvo al corriente al CECOPI y en tiempo real tomó las decisiones de alivio para evitar el desbordamiento y la rotura de pantanos", ha dicho Ribera, que ha destacado en concreto que los técnicos del organismo de cuenca de lograron desembalsar puntas de 1.100 metros por segundo durante la tarde y noche del 19 de octubre, "el doble de capacidad medio de alivio" para que la presa no se rompiera.
Sobre la rambla del Poyo, Ribera ha defendido que a largo de todo el día la CHJ proporcionó datos de registro de previsiones y avisos de variaciones de caudales, con los que a las 12.20 la CECOPI activó la alerta hídrica en los municipios rivereños para aconsejar a la población no acercarse a ríos y barrancos. "Una alerta que afortunadamente nunca fue desactivada por la Generalitat", ha dicho Ribera, que ha añadido que "tampoco actualizada".