El rey Felipe VI ha mandado un mensaje en defensa de la Justicia durante el reparto de los despachos de la 73ª promoción de la carrera judicial. En su discurso ha recordado que las normas "nunca se deben quebrar, si queremos seguir viviendo en un sistema sereno y equilibrado de poderes que emanan del pueblo, de la soberanía popular". Casi al término de su intervención, el rey ha lanzado un guiño al expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente, al señalar que "las instituciones ganan o pierden prestigio por lo que hacen, pero también por lo que con ellas se hace".
En definitiva, a la par que ha pedido a los miembros de la nueva promoción de la carrera judicial que actúen con "rectitud" e "independencia", teniendo "como única guía la ley", Felipe VI ha reivindicado que la legitimidad de las instituciones requiere mantener "un compromiso por parte de todos", no solo de los jueces. Así lo ha expresado en un acto en el que estaban presentes junto a él la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló; el ministro de Justicia, Félix Bolaños; y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
El monarca ha ensalzado "la soberanía popular" que quedó consagrada en la Constitución y que es "la auténtica clave de la estabilidad y prosperidad de nuestro país". A los nuevos miembros del Poder Judicial les ha instado a mantener "un compromiso inquebrantable con toda la sociedad" y les ha deseado "lo mejor". Además, Felipe VI se ha acordado de los 12 jueces y juezas de la nueva promoción que provienen de la Comunidad Valenciana, a quienes ha dedicado "un especial mensaje de ánimo y cariño". "La tragedia y la desolación vivida en vuestra tierra y el dolor por las vidas perdidas permanece en nuestro recuerdo".
Perelló y la propuesta de reforma del Gobierno
Antes de que interviniera el rey lo ha hecho la presidenta del CGPJ y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, que ha ofrecido un discurso cargado de mensajes velados. El grueso de su comparecencia ha sido una defensa del vigente sistema de acceso a la carrera judicial, que "es democrático, en cuanto garantiza que cualquier persona, de cualquier procedencia y origen social y cualquiera que sea su ideología, puede competir en igualdad de condiciones".
Estas palabras las ha escuchado de cerca el ministro de Justicia, Félix Bolaños, que esta misma semana ha anunciado una gran reforma de la ley orgánica del Poder Judicial que busca precisamente modificar este sistema de acceso para "democratizar" la carrera. Las palabras pronunciadas este jueves por Perelló distan mucho de las del ministro de Justicia, si bien la presidenta del CGPJ no se ha referido explícitamente a la iniciativa del Ejecutivo.
Bolaños afirmó el martes que la reforma del acceso a la carrera judicial y fiscal era esencial para "promover la igualdad de oportunidades" e "impulsar la pluralidad y transparencia de sus estructuras". En cambio, del discurso de Perelló se desprenden dos ideas opuestas a estas: los españoles ya pueden acceder a la Administración de Justicia en igualdad de condiciones; y la carrera judicial ya es plural, y de hecho es "representativa del avance que la igualdad entre hombres y mujeres ha experimentado la sociedad en las últimas décadas".
Dos mensajes que la presidenta del Supremo ha sustentado en varios datos. Ha mencionado que "como viene sucediendo desde hace ya casi 30 años, también en esta ocasión las mujeres de la nueva promoción son mayoría, alcanzando casi el 70%". Y se ha mostrado a sí misma como muestra de los avances en términos de igualdad dentro de la judicatura, dado que es la primera presidenta mujer de la historia del Tribunal Supremo.
Por otra parte, ha aludido a una encuesta realizada por el Consejo recientemente, según la cual "el porcentaje de jueces cuyos dos padres carecen de estudios superiores alcanza más del 34% entre los miembros de la nueva promoción". Así mismo, siete de cada diez nuevos jueces no guardan vínculos familiares con las oposiciones jurídicas.