El PP remonta el vuelo tras el bajón demoscópico que registró después de su gestión de la DANA en la que perdieron la vida en Valencia más de 200 personas. Según el barómetro de enero realizado por el instituto DYM para 20minutos, si hubiera elecciones mañana, los populares vencerían con el 34,8% de los votos, nada menos que seis puntos porcentuales por encima del PSOE, que resiste a pesar de todas las causas judiciales que rodean al Gobierno y se sitúa en segunda posición con una estimación de sufragios del 28,8%.
Vox, por su parte, sigue subiendo tras la DANA y ya roza el 13% de las papeletas en la estimación, mientras la izquierda continúa desangrándose por su división. Sumar se mantiene en caída libre y tan solo obtendría un 6,4% de los votos, cada vez más amenazada de sorpasso por un Podemos que, sin embargo, se mantiene en un discreto 4,9% tras su fuerte subida hace un par de meses. Se Acabó la Fiesta, el partido del eurodiputado ultra Alvise Pérez, perdería el escaño que proyectaban anteriores barómetros y, con apenas un 1% de los votos, no tendría representación.
El barómetro estima que el PP obtendría casi dos puntos más que en noviembre, cuando registró un brusco bajón tras el desastre de Valencia que los devolvió a las mismas cifras de proyección de voto que en las elecciones generales de 2023, cuando los populares lograron un 33,1% de los sufragios. Ese repunte, sumado al crecimiento continuado de Vox (que se modera en esta encuesta con respecto a la anterior), permitiría a Alberto Núñez Feijóo convertirse en presidente del Gobierno con un amplio respaldo en el Congreso: el que sumarían los entre 150 y 155 diputados de los conservadores y los entre 32 y 35 que obtendrían los de Santiago Abascal.
Según revela el barómetro, con respecto a las anteriores elecciones el PP logra crecer sin perjudicar el avance de Vox, que obtendría un resultado muy similar tanto en votos como en escaños al que registró en julio de 2023. Hace año y medio, Feijóo consiguió 137 diputados por 33 del partido que lidera Abascal. Si los comicios fueran mañana, Vox podría o bien perder un parlamentario o, en el mejor de los casos, sumar dos, y los populares se dispararían a entre 13 y 18 escaños más, con lo que ambos partidos aunarían entre 182 y 190 actas en el Congreso: muy por encima de las 176 en las que se sitúa la mayoría absoluta.
Si el crecimiento del PP con respecto a las últimas elecciones, que en términos porcentuales no es tan grande, se traduce en ese importante aumento de diputados es, básicamente, por la división que impera a la izquierda del PSOE, ya que los socialistas consiguen salvar los muebles en el sondeo. La candidatura de Pedro Sánchez, según el barómetro, perdería casi tres puntos porcentuales de voto con respecto a 2023, con dos agujeros especialmente grandes: un 6,9% de sus votantes se irían al PP y otro 12,6% dicen que no votarán, lo harán en blanco o aún están indecisos. Pero, pese a ello, el PSOE lograría casi clavar su resultado en número de diputados: hace año y medio logró 121 y la estimación es que, si los comicios se celebrasen mañana, se quedase entre 119 y 123.
Esa proyección, a priori extraña, se explica porque el PSOE (y también el PP) rascaría muchos escaños de los que fueron a parar a Sumar en 2023 en provincias pequeñas y medianas. No es que quienes votaron a la coalición de Yolanda Díaz digan ahora en masa que van a votar a socialistas y populares —aunque Sumar sí que tiene algunas pequeñas fugas hacia estos partidos, sobre todo hacia el PSOE—, sino que el sistema electoral en España castiga la dispersión del voto y premia la concentración de los apoyos en una sola candidatura. Y, aunque el espacio a la izquierda de los socialistas no pierde demasiados apoyos con respecto a 2023, sus votos ahora están distribuidos entre Sumar y Podemos, lo que se traduce en un paupérrimo resultado para ambos.
Las cifras son muy claras. En las últimas generales, la candidatura de Yolanda Díaz (con Podemos dentro) obtuvo un 12,3% de los votos y 31 diputados. Según el barómetro, ahora Sumar lograría un 6,4% de los sufragios y Podemos un 4,9%, es decir, un 11,3% en conjunto. Pero ese porcentaje se traduciría solo en entre 9 y 11 parlamentarios para Díaz y en tres o cuatro para la candidatura morada: 15 diputados entre los dos, en el mejor de los casos, menos de la mitad de los que lograron hace un año y medio pese a bajar tan solo un punto porcentual en votos.
Ese batacazo acabaría de un plumazo con cualquier opción de gobernar para la izquierda. Incluso en el mejor de los escenarios para los progresistas, la suma de PSOE, Sumar y Podemos se quedaría en 138 diputados, por los 152 que reúne en la actualidad, lo cual anularía todas las posibilidades de Sánchez de reeditar la mayoría que actualmente lo sustenta, conformada, además de por los partidos progresistas, por sus socios nacionalistas de PNV, EH Bildu, ERC o Junts.