El Partido Popular Europeo a petición del PP ha decidido bloquear (de momento) el nombramiento de Teresa Ribera como futura comisaria hasta que dé explicaciones ante el Congreso por los efectos de la DANA, algo que tiene previsto hacer en los próximos días (el 20 de noviembre, concretamente). De esta forma, queda también paralizado el sí o no al resto de vicepresidentes futuros de la Comisión Europea, por lo que se mantiene en el aire la conformación del nuevo Ejecutivo comunitario. Está previsto que esa reunión de los grupos políticos del Parlamento Europeo pueda celebrarse, eso sí, la semana que viene. Es decir, que se trata en realidad de un aplazamiento.
De momento, el PP ve esto como "un éxito político", expresan fuentes consultadas por 20miniutos. El PPE asume además que "no puede llegar a Europa sin dar explicaciones en España", y en la delegación española del grupo hay "satisfacción" con este paso. El PSOE, mientras, mantiene la calma y asegura que en sus filas "nadie ha hablado de vetos". Una de las primeras reacciones ha sido la de Yolanda Díaz. La vicepresidenta del Gobierno ha pedido al PP que "ejerza como un partido español" en Bruselas y que "por una vez defienda" los intereses de España.
Este paso se ha dado unas horas después de que Alberto Núñez Feijoo asegurase que sus eurodiputados "no iban a votar a favor" del salto de la vicepresidenta del Gobierno a la Comisión Europea, precisamente por su 'desaparición' en los últimos días en plena catástrofe. El anuncio del PPE tiene consecuencias también el resto de futuros vicepresidentes, Kaja Kallas, Roxana Minzatu, Stephane Sejourné, Hena Virkkunen y Raffaele Fitto, pues la luz verde a todos ellos, Ribera incluida, se votará en bloque precisamente después de un acuerdo entre las principales familias políticas.
Por lo pronto, Ribera tendrá que enfrentarse este martes a partir de las 18.30 horas a su examen ante el Parlamento Europeo, donde la vicepresidenta del PPE y portavoz del PP en la Eurocámara se dirigirá a la todavía vicepresidenta del Gobierno. Asimismo, en Génova consideran que su inacción desde el inicio del drama la "invalida" para acceder a un cargo en la Unión Europea.
La estructura de las audiencias estaba preparada para evitar los vetos cruzados o para cuidarse de 'traiciones' en los votos, por eso se decidió que a todos los vicepresidentes se les diera el visto bueno o no en una votación única. Así, si el hombre de Meloni, Raffaele Fitto, sacaba adelante su examen con el apoyo de los socialdemócratas, habría apoyo del PPE a Ribera. Al paralizarse una parte, se paraliza todo.
Eso sí, el examen sigue en pie. El primer bloque de cuestiones a Riberra tiene que ver con su compromiso con la nueva Comisión, las cuestiones personales y posibles conflictos de intereses, algo que en realidad es importante a la hora de aprobar o no la audiencia. Los eurodiputados también le preguntan por su "independencia", pues el papel de comisaria europea tiene que estar por encima de las siglas partidistas (aunque estas a la hora de la verdad tengan cierta influencia).
"He estado comprometida con la promoción del bien común europeo a lo largo de toda mi carrera profesional, principalmente como funcionario público. Estoy convencida de la importancia de alinear las políticas económicas y medioambientales para proporcionar beneficios sociales, prosperidad económica y ganancias de competitividad, así como protección del medio ambiente. Garantizar una transformación sólida y eficaz de la economía requiere un amplio apoyo de la sociedad basado en el diálogo y en un amplio consenso", recoge el primer párrafo de las respuestas escritas (ya publicadas) de la todavía vicepresidenta del Gobierno. Eso sí, será un 'control' sobre el que haya que esperar para conocer el resultado.