El encuentro entre Boca Juniors y Gimnasia correspondiente a los cuartos de final de la Copa Argentina se vio interrumpido por una intensa pelea entre los ultras xeneizes y la policía en las gradas. Para remediarlo, Juan Román Riquelme, actual presidente del club, se metió a calmar la situación y acabó rociado con gas pimienta.
El encuentro marchaba con 1-0 en el marcador a favor de Boca cuando los hinchas y la policía se enzarzaron. El colegiado, Jorge Baliño, se vio obligado a pausar el partido y Riquelme no dudó en intermediar.
El exfutbolista se puso entre medias de unos y otros y rápidamente la situación se relajó, llegando incluso a evitar que los hinchas agrediesen a los agentes de la policía.
Sin embargo, mientras calmaba la situación, un policía sacó el gas pimienta y roció a un simpatizante, pero también a Riquelme, que se alejó de la zona inmediatamente.
Tras lo ocurrido, Riquelme anunció un plan para separar a los grupos conflictivos de la hinchada, basado en un censo para identificar a los radicales y la implantación de protocolos para evitar esas situaciones.
