Que con el paso de los años la vida puede cambiar radicalmente es una realidad, y así lo demuestra Joni D, el conocido como el primer okupa de España. Tras conocer la fama después de su primera okupación en Barcelona, Jesús Sahún se convirtió en empresario y propietario.
La vida de Joni D o Jesús Sahún, su nombre real, ha dado un giro de 180 grados desde sus comienzos en el activismo radical, y es que ahora cuenta con un piso en propiedad, tras haber pagado una hipoteca, y una empresa después de forjar una carrera profesional propia.
El catalán se introdujo en el mundo de la okupación en 1984, cuando tomó un edificio de Barcelona junto a un grupo de punkis. El lugar en cuestión se trataba de un antiguo ambulatorio que llevaba casi 20 años cerrado en la calle Torrent de l'Olla, barrio de Gràcia. Esto supondría un antes y un después en la sociedad española al tratarse de un acto sin precedentes. Tal y como recoge Idealista, El Periódico de Catalunya lo tituló como: "Nacen en Barcelona los ocupa-pisos".
Cuando surgió este movimiento, que va en contra del sistema represivo, Joni D fue considerado una pieza fundamental en la resistencia ya que defendía la creación de espacios para jóvenes marginados, punkis o activistas y participaba en diferentes actos y okupaciones para seguir reivindicando su causa.
Después de pasar años como activista, Jesús cambió radicalmente su vida y rutina hasta el punto de convertirse en empresario y de pagar su propia casa durante años tras ser hipotecada. "Tengo media casa en propiedad porque la estoy pagando todavía", aclaró. Sin embargo, aunque ya no se considere activista, el catalán sigue teniendo una opinión muy negativa hacia el capitalismo.
En cuanto a su vida profesional, Joni contó con la colaboración de su mujer, con la que tiene una hija de 26 años, para lanzar la discográfica Kasba Music y formar su propia empresa, que permite prosperar a los artistas punkis y underground, seña de su identidad que sigue en su personalidad.
En una entrevista, Jesús recalcó la preparación con la que cuentan los okupas en la actualidad, ya que planean qué casas tomar sabiendo si estas están habitadas previamente, algo que según él, podría evitar problemas con familias. Además, asegura que no se arrepiente de esa etapa de su vida y que seguirá siendo siempre fiel a su valores: "Lo volvería a hacer si fuera necesario".
