Jon Jones se une a la petición de Topuria y le exige más dinero a Dana White: "Hay que ver si está dispuesto a pagar las grandes peleas"

Cuando Jon Jones noqueó a Stipe Miocic se produjo un momento de gran efusividad e incluso de efervescencia colectiva. Jon Jones había defendido su cinturón y se había proclamado como el mejor artista marcial mixto de todos los tiempos delante de su público y, sobre todo, de sus camaradas, Donald Trump y Dana White. En aquel momento todo eran cánticos y abrazos, como si de una hermandad se tratara.

La efusividad, la unidad, la camaradería y los guiños entre iguales, no obstante, duraron poco, porque a Jon Jones empezaron a preguntarle si estaría dispuesto a pelear con Tom Aspinall y unificar el cinturón. En aquel nuevo escenario, el afroamericano ya no era solo el mejor artista marcial mixto de todos los tiempos, sino también un empleado en busca de unas condiciones laborales más justas.

Durante la entrevista con Jon Anik, de ESPN, a Jon Jones se le vio nervioso. Quería algo que escapaba de su increíble poder físico y que solo podía darle su presidente, una subida de sueldo. De este modo el afroamericano se escondía detrás de sus manos y dedos para decir: "Mira, no sé, estoy en un punto ahora mismo en el que no sé exactamente lo quiere Dana. Sé que quiere algunas grandes peleas, pero hay que ver si está dispuesto a pagarlas".

El efecto Jake Paul

Para quienes se hayan incorporado hace poco a las MMA es importante saber que UFC es la marca más potente, pero no necesariamente la que mejor paga. Por ejemplo, se estima que Renato Mohicano, que lleva en UFC desde 2014, apenas ha ganado 700.000 dólares con la compañía. No es de extrañar que varios de sus luchadores se hayan ido o hayan hecho público su desacuerdo. Es el caso de Ngannou, Cris Cyborg o el propio Topuria. Está por ver si dejarse la salud y la vida por 70.000 dólares al año es lo más sensato.

Sea como sea, en UFC los salarios los maneja Dana White, muchas veces como quien maneja un rancho en el siglo XIX, cuando no había derechos laborales. Muchos luchadores renuncian a la presión colectiva porque saben que serán señalados por la directiva, aunque otros también lo hacen porque comparten la misma idea de gestión de quien les da de comer. Sea como sea, la estrategia funciona: divide y vencerás.

Las cosas, no obstante, pueden cambiar en el futuro. Viendo el dinero que se está moviendo en los márgenes de UFC, como en el combate entre Jake Paul y Mike Tyson, hay luchadores de la compañía a los que les cuesta callarse, como el propio Jones. De hecho, en la misma entrevista con Anik, el afroamericano señaló que no entiende demasiado cómo, a pesar de ser el mejor de todos los tiempos, Jake Paul hace más dinero que él: "Mira, veo a gente ahí fuera haciendo mucho dinero, como Jake Paul y Mike Tyson. Creo que si se me considerara a ese nivel, que en realidad supero con creces, creo que me quedaría”.

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