Israel y Hamás superan el último escollo para el acuerdo del alto el fuego tras una jornada de incertidumbre y bombardeos

Israel y Hamás han resuelto este jueves por la tarde sus discrepancias de última hora que habían puesto en jaque el alto el fuego en Gaza. El acuerdo, anunciado el miércoles por dos de los tres países mediadores (EEUU y Catar), fue celebrado por la comunidad internacional y por miles de personas de ambos bandos, sin embargo, el Gobierno de Benjamin Netanyahu enfriaba los ánimos al posponer la ratificación de la tregua (prevista para este jueves) por un choque relacionado con la liberación de presos palestinos. Esa decisión ha tensado al máximo las relaciones y ha dejado una jornada de incertidumbre total y de intensos bombardeos en Gaza, donde han muerto 83 personas, pero finalmente se ha resuelto con la superación del último escollo que impedía que el pacto echara a andar. Israel celebrará finalmente la votación para ratificar el pacto este viernes, la última luz verde que necesita para que la primera fase del acuerdo entre en vigor el domingo.

"Hace unos minutos recibí un anuncio final de que se han superado todos los obstáculos y que el acuerdo está en marcha", ha afirmado ya entrada la tarde el líder de la formación israelí Shas, Aryeh Deri, en la conferencia anual de su partido, según recoge The Times Of Israel. Asimismo, un miembro del buró político de Hamás ha trasladado a Efe que "todos los asuntos se han resuelto", lo que da paso a que el Gabinete de Seguridad israelí apruebe previsiblemente este viernes la tregua, que entraría en vigor el domingo con la primera de las tres fases que pondrían fin a la guerra.

La reunión del Ejecutivo estaba prevista para este jueves a las 11.00 hora local (10.00 hora peninsular española). No obstante, la misma ha sido aplazada un día debido a que, según Israel, Hamás ha intentado renegociar los términos del acuerdo al querer elegir quiénes serán los prisioneros liberados en un canje por rehenes, algo que la milicia palestina niega; así como por presiones internas en el Gobierno de coalición israelí.

"El Gobierno israelí no se reunirá hasta que los mediadores informen a Israel de que Hamás ha aceptado todos los elementos del acuerdo", había asegurado la oficina del primer ministro antes de que resolvieran sus diferencias. "Hamás incumple partes del acuerdo alcanzado con los mediadores e Israel en un esfuerzo por extorsionar concesiones de último minuto", denunció entonces.

En respuesta, Hamás afirmó que estaba comprometida "con el acuerdo de alto el fuego anunciado por los mediadores" y que Israel trataba de "crear tensión en un momento crítico" con acusaciones "infundadas". "La ocupación quiere crear un estado de tensión en un momento crítico y reclamamos que sea obligada a aplicar el acuerdo", sostuvo Sami Abú Zuhri, alto cargo de la organización islamista.

Abú Zuhri aseveró que "no hay espacio para el debate" sobre la aplicación del pacto y solicitó a la próxima Administración estadounidense, encabezada por Donald Trump, que "obligara" a Israel a honrar sus compromisos ante un "intento de Netanyahu de sabotear el acuerdo". En esta línea, el portavoz de Hamás, Yihad Taha, mostraba su rechazo a "la política de evasión y procrastinación" por parte de Tel Aviv.

Presión interna en el Gobierno israelí

Ahora bien, la aprobación del acuerdo también se ha visto presionada por el ala ultraderechista del Ejecutivo israelí, que se opone al pacto. De hecho, el ministro de Finanzas y líder del partido supremacista judío Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich -clave para la estabilidad del Gobierno de coalición-; como el también colono y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, han amenazado con abandonar la Administración de Netanyahu si no se garantiza la reanudación de la guerra en Gaza tras la primera fase de la tregua.

"La facción respalda las demandas del presidente del partido, el ministro Bezalel Smotrich, al primer ministro Netanyahu de garantizar el regreso de Israel a la guerra para destruir a Hamás (...) inmediatamente después de la conclusión de la primera fase del acuerdo, como condición para que el partido permanezca en la coalición de gobierno", ha señalado en un comunicado la formación Sionismo Religioso.

De igual modo, el ministro de Asuntos de la Diáspora y combate contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, ha amenazado con dimitir del cargo si el Ejército israelí se retira del corredor Filadelfia, que separa la Franja de Gaza de Egipto. "Decidiré mi voto sobre el acuerdo solo después de que se presenten todos los detalles", ha señalado en redes sociales. Pero incluso si la medida no cuenta con la aceptación de estas facciones, Netanyahu seguiría teniendo el apoyo mayoritario garantizado para dar luz verde al alto el fuego.

En paralelo, la tensión también se ha manifestado en las calles de Israel, donde ultraderechistas y grupos de mujeres ortodoxas se han concentrado frente a la Knesset (Parlamento israelí) para mostrar su rechazo al acuerdo. "El acuerdo que recibimos ayer es absolutamente inaceptable porque básicamente significa el fin de la guerra. Esto es un fracaso y una sumisión ante Hamás", ha lamentado Yosef Rabin, uno de los protestantes, a Efe.

Ataque israelíes dejan más de 80 muertos en Gaza

Pocas horas después de anunciarse el principio de acuerdo, el Ejército israelí ha vuelto a atacar la Franja de Gaza, dejando al menos 83 gazatíes muertos, acorde con las cifras de los servicios de emergencias de la Defensa Civil gazatí. La ofensiva israelí se intensificó durante la noche del miércoles, con bombardeos a cerca de 50 objetivos en el enclave, incluyendo complejos militares, almacenes y fabricas de armas y puestos de observación de Hamás, según han informado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Los ataques se han concentrado en el norte de Gaza, donde los bombardeos han dejado la mayoría de las víctimas con al menos 72 fallecidos, de los cuales 23 eran menores y 27 mujeres, según las autoridades gazatíes. Según las FDI, entre los muertos se encuentra Muhammad Hasham Zahedi Abu Al-Rus, un "terrorista" de Hamás que participó en el ataque del 7 de octubre.

Asimismo, el Ejército ha asegurado, como siempre que atacan infraestructura civil, que tomaron medidas preventivas para evitar herir a civiles. No obstante, el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida, ha denunciado que uno de los ataques israelíes fueron contra un lugar donde se encontraba una de las rehenes que serían liberadas en el marco del acuerdo. "Llegados a este punto, cualquier agresión o bombardeo del enemigo podría transformar la libertad de un preso en una tragedia", ha advertido en un comunicado.

La cifra total de muertos en Gaza desde el inicio de la ofensiva israelí supera ya las 46.700 personas, según el Ministerio de Sanidad gazatí. Los últimos datos reflejan que hasta la fecha se han confirmado 46.788 fallecidos y 110.453 heridos, incluidos 81 "mártires" y 188 heridos a causa de "ocho masacres" perpetradas por las tropas israelíes durante las últimas 24 horas. Sin embargo, esta cifra solo incluye a las víctimas trasladadas a hospitales y las autoridades destacan que "aún hay víctimas bajo los escombros y tiradas en las calles", dado que las ambulancias y los equipos de Protección Civil no pueden llegar a ellas.

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