Solo una semana después de que Donald Trump tomara posesión de nuevo en la Casa Blanca y anunciara un "superproyecto" para fortalecer la estructura de la inteligencia artificial (IA) en Estados Unidos, una nueva start up china parece haber puesto en jaque todos estos planes. Deepseek, fundada en 2023 y con sede en Hangzhou, ha revolucionado ya el mercado global a tan solo unos días de haber aparecido. Su puesta en marcha ha superado, incluso, a ChatGPT como la aplicación gratuita más descargada en territorio estadounidense.
Además, el propio desarrollo de Deepseek ha 'tambaleado' el resto de modelos después de que, a diferencia de las IA occidentales, que requieren de grandes infraestructuras muy costosas con elevadas inversiones, el gigante asiático haya conseguido desarrollar esta herramienta con un coste considerablemente inferior, de tan solo seis millones de dólares según ha confirmado la propia empresa. Sus resultados, además, parecen prometedores, con lo que todo ello amenaza con recrudecer más si cabe la guerra comercial que experimentan dos potencias como Estados Unidos y China.
"Desde una perspectiva geoestratégica, China avisa que está aquí", explica a 20minutos, Martin Piqueras, profesor de la OBS Business School: "Este país ya tiene sus equivalentes a los líderes occidentales, tiene su propio Amazon, su propio Whatsapp, sus propios proveedores de servicios en la nube... es decir, todo lo que tenemos aquí existe allí y a través de empresas que incluso tienen capacidades superiores. Con la Inteligencia Artificial, parecía que China iba un poco con retraso, pero ahora dice 'Yo estoy aquí".
Para Piqueras, que China haya llegado a desarrollar esta IA supone así un "toque de atención" para la administración Trump, sobre todo en el corto plazo, ya que esto "pone el contador en marcha" y es esperable que entonces Estados Unidos decida desarrollar inteligencias artificiales que sean también menos costosas. Sin embargo, los planes de Estados Unidos parecían ir por otro lado hasta hace tan solo unos días.
Un día después de la investidura de Trump, el Despacho Oval anunció el conocido como 'Proyecto Stargate' con una inversión de 500.000 millones de dólares. El propio magnate lo llegó a describir la semana pasada como el "mayor proyecto de infraestructura de inteligencia artificial de la historia", con una financiación en los próximos cuatro años "a niveles que nadie había visto antes" y con OpenAI, Oracle y Softbank como empresas beneficiadas. No es que esos planes se descarten, pero puede ser que ahora tengan que reencauzarse y tomar un nuevo rumbo.
"La nueva administración Trump está haciendo fuerza bruta a través de anuncios mayúsculos, pero la realidad es que también buscará el retorno de la inversión. En Occidente ya se están empezando a desarrollar modelos más económicos de IA y ya veremos lo que tarda Estados Unidos en hacer la suya", comenta Piqueras en este sentido.
Una burbuja que "se ha roto"
De igual manera opina Joaquín Azcue, docente de la EAE Business School, quien considera que la llegada de Deepseek ha supuesto, de alguna forma, "que la burbuja estadounidense se haya roto" y que se trate de un ejemplo más del enorme potencial tecnológico que lleva experimentando el gigante asiático desde hace años: "China está avanzando muy deprisa y lo que ha ocurrido ahora es un proceso que viene de muy atrás, de muchos años de trabajo".
"Quizá alguien podría pensar que se trata de casualidad que esto se haya lanzado justo cuando haya llegado Trump, pero a mí me cuesta creer que esto haya sido así", considera Azcue, quién plantea el hecho de que esto hace que "ya no esté tan clara" la hegemonía que tenía Estados Unidos en torno a la inteligencia artificial. Este país, de hecho, había llegado a prohibir incluso que desde China se pudiera acceder a los microprocesadores de origen estadounidense para poder desarrollar inteligencia artificial, un aspecto con el que ahora han surgido varias voces que han cuestionado este tipo de movimientos.
"Los modelos de cerrar puertas no funcionan porque se abrirán por otro lado. No todo es tan sencillo como no dejar que vengan ciertas empresas o poner aranceles altísimos. Al final eso tiene también unas repercusiones por otro lado y por eso hay quien piensa que las medidas en contra de China al final han sido contraproducentes, porque eso ha hecho que este país haya trabajado de forma más intensa", asegura Azcue. Por el momento, lo cierto es que la entrada de esta IA china ha provocado ya una caída histórica en bolsa de Nvidia, la empresa estadounidense que, debido a sus chips avanzados de inteligencia artificial (IA), se encontraba en una posición de casi monopolio, al ser la que los proporciona a gigantes como Google, Meta y Microsoft.
Desde China, ahora, han fabricado los suyos propios, lo que ha roto todos los moldes. "Los mercados ahora lo que te dicen es que habrá que hacer IA de un modo mejor y que sea más inteligente. Era obvio que había una burbuja y ahora todo esto se tiene que reencaminar hacia un modo mucho más sostenible", manifiesta Azcue. Piqueras, asimismo, añade que esto supone un aliciente para que Venezuela u otros países enemigos de Estados Unidos ya no sean ajenos a estas herramientas y opten por comprarle la IA a China.
¿Y Europa?
Entre medias de esta nueva guerra comercial, Europa sigue tratando de encontrar su rumbo. "Tendrá que intentar ver la manera de volver a tener una relevancia como la tuvo anteriormente", comenta Azcue en este sentido, quien declara que las oportunidades están ahí y que las bazas pasarán por las alianzas con América del Sur.
"Europa aporta valor en todo lo regulatorio, intenta ordenar las cosas, que funcione para todo el mundo y que los datos y todo lo que se haga no operen en detrimento de la sociedad", añade este experto, aunque considera que la posición del viejo continente es muy difícil al estar formada por un gran número de países frente a potencias como Estados Unidos, China o Rusia, países liderados por un único gobierno "y no por 27".
Precisamente, otro de los temas que ha vuelto a ponerse de actualidad con la llegada de Deepseek es el acceso a los datos de millones de personas que pueden manejar las autoridades chinas. "Claramente todo esto produce una nueva batalla económica porque los datos son el petróleo del siglo XXI y no cabe duda de que las potencias van a intentar acceder a ellos. Es mucho dinero el que está en juego y mucha información la que se puede utilizar", revela Azcue.
Ambos modelos convivirán a la vez
Pese a ello, con la entrada de Deepseek en este juego, ambos expertos aseguran que los dos modelos convivirán y tendrán que retroalimentarse. Por un lado, el de las inteligencias artificiales más costosas y más potentes y, por otro, el de las más económicas, pero también eficientes. "Las dos convivirán para diferentes tipos de uso. En el futuro vamos a querer una IA muy concreta y vamos a utilizarla para adivinar si tenemos un cáncer, pero también necesitamos una para que adivine simplemente si tenemos que poner las luces largas del coche", comenta Piqueras al respecto.
Deepseek, además, se ha caracterizado porque tiene código abierto, es decir, es accesible para que cualquier persona pueda tocar su código y ver cómo funciona, lo que, como explica Azcue, permitirá que haya mayores desarrollos en el futuro y que ello se aleje de los "secretismos" con los que operaba la IA hasta ahora: "Deepseek se puede integrar además en otras aplicaciones de forma menos costosa. También se hace de una forma mucho más sostenible".
Ante este escenario, tanto Piqueras como Azcue coinciden también en que, si a nivel internacional supone una nueva guerra, a nivel tecnológico quienes salen ganando son los usuarios, ya que se genera un nuevo tipo de IA con muchísimas más implicaciones. Explican, de esta forma, que la llegada de China a este mercado hará que se creen nuevas oportunidades. Para Piqueras, de hecho, tanto la IA china como la estadounidense convivirán "al igual que lo hacen la gasolina y el diésel o el CD y el vinilo".
"Para EEUU y el resto del mundo occidental la IA china puede suponer una amenaza, pero también puede ser visto como una oportunidad de seguir mejorando, lo que está claro es que la industria se seguirá desarrollando y todo va a ir más deprisa", revela asimismo Azcue: "Estados Unidos mueve una ficha y China mueve otra, y eso es parte del mundo y del juego en el que vivimos ahora".
