La indignación, el caldo de cultivo para la propagación de bulos en redes sociales

Un grupo de investigadores de las universidades estadounidenses de Harvard, Yale, Princeton y Northwestern han comprobado que la indignación moral que sienten las personas al leer informaciones poco fidedignas contribuye de una forma decisiva a que se propaguen bulos y datos erróneos en redes sociales. Los resultados de este trabajo de investigación, que se ha publicado este jueves en la revista Science, sugieren además que los intentos de mitigar la propagación en línea de información errónea animando a la gente a comprobar la exactitud antes de compartirla pueden no tener éxito y resultar ineficaces.

El estudio concluye que las publicaciones en las redes sociales que contienen información errónea provocan más indignación moral que las que contienen información fidedigna. También explica que esa indignación propicia y facilita la propagación de la desinformación "al menos tan fuertemente como el intercambio de noticias confiables". Por último, la investigación revela que es más probable que la gente comparta información errónea que provoca indignación sin leerla antes.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron ocho estudios con datos estadounidenses de Facebook y Twitter a lo largo de varios periodos de tiempo. En concreto, utilizaron más de un millón de enlaces de Facebook y más de 44.500 tuits de 24.000 usuarios de la red social X, antes conocida como Twitter. También llevaron a cabo dos experimentos conductuales en los que participaron un total de 1.475 participantes con el fin de saber más sobre la indignación relacionada con la difusión de información errónea.

La investigación también desvela que la forma en que las redes sociales clasifican los contenidos para mostrarlos a los usuarios puede influir en la propagación de la desinformación. También concluye que se ha podido probar que la indignación -definida como la mezcla de ira y repugnancia provocada por la percepción de transgresiones morales- se asocia a una mayor participación en internet. La desinformación que provoca indignación se propaga más debido a la "amplificación algorítmica" de los contenidos que resultan atractivo, según los investigadores.

Algunos de los resultados del estudio publicado este jueves en la revista Science coinciden con los difundidos esta misma semana por la revista Nature Human Behavior, en el que se analizaron más de 35 millones de publicaciones con enlaces a noticias que circularon entre 2017 y 2020. En concreto, la investigación concluye que el 75% de los usuarios comparten publicaciones en redes sociales sin pinchar el enlace ni leer el contenido. Esto sugiere, en principio, que la gran mayoría de los usuarios solo lee titulares e informaciones cortas.

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