Casi dos mes es después de que técnicos de Adif hicieran descarrilar un tren que circulaba sin control en el túnel entre las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín para evitar que chocara con otro cargado de pasajeros, Adif han completado su retirada por piezas y en horas de mantenimiento, de modo que la circulación no se ha visto afectada. Tras comprobar que no era posible sacarlo de una vez, operarios de la empresa pública han estado semanas trabajando para retirarlo por piezas.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha anunciado por redes sociales que el túnel entre las dos principales estaciones ferroviarias de Madrid ya está totalmente despejado después de terminar los trabajos de retirada del tren accidentado. "Se ha hecho en franja de mantenimiento, para no afectar a la operativa ferroviaria. Así, más allá del día del accidente, ningún tren ha sufrido retrasos por esta causa", ha explicado.
El túnel que une Chamartín y Atocha ya está completamente despejado tras el descarrilamiento del 19/10/24. Se ha hecho en franja de mantenimiento, para no afectar a la operativa ferroviaria. Así, más allá del día del accidente, ningún tren ha sufrido retrasos por esta causa. pic.twitter.com/3o7lfYHT3B
— Oscar Puente (@oscar_puente_) December 9, 2024
La retirada del tren se ha completado casi dos meses después de que la tarde del 19 de octubre, cuando el convoy se desenganchó de otro que se dirigía a cocheras y empezó a circular a la deriva por el túnel a una velocidad de hasta 200 kilómetros por hora. En un primer momento, Puente no quiso revelar el origen de un suceso que calificó de "insólito", pero unos días después se difundió un audio de un trabajador de Adif explicando que se debió a la decisión de un trabajador del puesto de mando, de hacer volcar el tren para evitar que continuara circulando sin control y colisionara con otro. Transportes confirmó esta versión y la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios del Ministerio también dio comienzo a las pesquisas sobre lo sucedido.
El descarrilamiento del tren se produjo en un día especialmente negro para la red ferroviaria madrileña, con graves afecciones también en la circulación hacia y desde otros puntos del país, después de unos meses en los que las incidencias, retrasos y averías han sido especialmente frecuentes. Ese mismo sábado, un intento de suicidio en Atocha obligó a Adif a anular toda la tensión eléctrica, que provocó un parón de la circulación durante unas horas, con consecuencias en la circulación ferroviaria.
En este contexto, Adif y Transportes mostraron en un primer momento su intención de proceder cuanto antes a la retirada del tren descarriado, que ha estado ocupando una de las dos vías del túnel. El plan inicial, era sacarlo entero de la vía, pero poco después se comprobó que el reducido espacio hacía muy difícil trabajar. Por eso, se pasó al plan B, consistente en ir desmontándolo para sacarlo por piezas, como así ha sido.