Llegó a su fin el parón de selecciones y el balón vuelve a rodar en la Liga este fin de semana. El Real Madrid visita Butarque para enfrentarse al Leganés en la decimocuarta jornada de la competición doméstica, en un partido en el que todas las miradas estarán puestas en dos hombres: Raúl Asencio y Kylian Mbappé.
El canterano madridista fue la solución de emergencia de Carlo Ancelotti ante Osasuna tras la grave lesión de Éder Militao y funcionó mejor de lo previsto para ser su debut en partido oficial con el conjunto blanco: su asistencia a Jude Bellingham y su gran partido en el centro de la defensa dejaron claro que está preparado.
Al otro lado del campo, el astro francés, que no recibió la llamada de Les Bleus —no ha viajado con Francia en las dos últimas concentraciones— y ha estado trabajando en Valdebebas, volvió a firmar un partido discreto, muy lejos de lo que se esperaba de él cuando aterrizó en Concha Espina este verano tras siete largos años de espera.
La hora de la cantera
¿Cuándo fue la última vez que un canterano de La Fábrica enamoró al Bernabéu? Lucas Vázquez, Dani Carvajal o Nacho Fernández son, quizá, los nombres que primero nos vienen a la cabeza al hacernos esa pregunta. Los dos primeros tuvieron que demostrar antes fuera del Real Madrid para volver como jugadores de pleno derecho del primer equipo, mientras que el segundo tuvo que ser paciente y aprovechar muy bien sus oportunidades para ser importante. En un club que en los últimos tiempos no acostumbra a destacar por apostar por su filial —pese a los casos de éxito—, y con un entrenador que suele dar pocas alternativas a los jóvenes, Raúl Asencio tiene ante el Leganés su primera bala para asentarse en la titularidad.
Con la baja de Éder Militao para lo que resta de temporada y sin fecha de vuelta para David Alaba, el central canario presentó candidatura para ocupar el centro de la zaga junto a Antonio Rüdiger y parece haber adelantado a Jesús Vallejo como alternativa, pues contra Osasuna mostró una gran versión: asistencia a Bellingham con un pase largo tremendo, seguro en la salida de balón y contundente en los duelos. Todos los ingredientes para ser el compañero perfecto del alemán.
La superestrella
Más de un lustro tuvo que ser paciente el Santiago Bernabéu para ver a la mayor estrella del fútbol mundial vestir la camiseta blanca. Dieciséis partidos después, la espera, para muchos, no ha merecido la pena pese a los ocho goles y las dos asistencias que ha registrado Kylian Mbappé en sus primeros cuatro meses como madridista.
La versión que el delantero galo ha mostrado hasta ahora es muy diferente a la que le catapultó al estrellato como uno de los mejores jugadores del mundo, pues apenas ha dejado destellos del futbolista vertical y letal de cara a puerta que todo el mundo esperaba cuando se hizo oficial su fichaje por el Real Madrid.
Ante el Leganés, este domingo en el estadio de Butarque (18.30 horas), Kylian Mbappé tendrá otra oportunidad para ser el líder de un ataque en el que su acompañante volverá a ser Vinícius, al que no solo no ha apagado la llegada del francés, sino que ha asumido todos los galones.