No habían cesado aún los aplausos para honrar a los valientes que salían a dar un paseo de 171 kilómetros por el Mont Blanc en la prueba reina, la gran UTMB, cuando el público regresaba a las vallas de la avenida principal de Chamonix para festejar y admirar a los primeros que regresaban de otra pequeña vuelta por el impresionante macizo. Llegaban los líderes de la CCC, 101 kilómetros con 6.000 metros de desnivel positivo. Una barbaridad.
Y al frente de todos, Hayden Hawks, tercer miembro de los `tres tenores` norteamericanos del trail running mundial, junto a Walmsley y Miller. Hawks, tipo simpático donde los haya, bigote eterno y pájaras para el recuerdo en carreras como Transvulcania, hace ya..., llegó en 10 horas y 20 minutos, superando el registro con el que ya ganó esta carrera en 2017.
Y lo hizo sin bastones, porque tiene claro que a él no le funcionan: "Yo no puedo bajar como estos tipos, pero subir no se me da mal", contaba al llegar a la meta, repartiendo sonrisas y sin derramar una sola gota de sudor, tan pichi.
En la categoría femenina, podio internacional. Toni McCann, la surafricana que nunca había corrido 100 kilómetros, superó una mala racha entre Champex y Trient para ganar con poco menos de doce horas, 11h57'59'', seguida de la polaca Martyna Mlynarczyk y la alemana Rosanna Buchauer. "Durante el momento de debilidad en Champex, he pensado en mi familia y eso me ha dado fuerzas para seguir adelante. Quiero darles las gracias por su apoyo incondicional”.
Después de haber ganado la OCC en 2023 y ahora la CCC, la pregunta que se plantea, naturalmente, es si tiene previsto enfrentarse al UTMB el año que viene. "¿Y por qué no?”.
