Si un niño deja de comer, sufre un miedo incontrolado, evita a personas que antes no rechazaba, no quiere desnudarse o cae en juegos violentos con sus propios juguetes, puede ser un indicativo de que está siendo víctima de algún tipo de violencia contra la infancia. Todos esos comportamientos son en muchos casos signos de alarma a los que el Gobierno pide prestar especial atención para poder erradicar la violencia contra niños y adolescentes. Señales que podrían decir mucho, es el lema de la primera campaña institucional del Ministerio de Juventud e Infancia, presentada este lunes por la ministra Sira Rego y la directora general de Derechos de la Infancia y Adolescencia, Sandra de Garmendia.
El spot se ilustran varios posibles casos de violencia contra la infancia que el entorno podría identificar (una alumna que tarda en cambiarse después de baloncesto, un acto de rabia de un adolescente o un dibujo muy oscuro de una niña) y comunicar a las autoridades competentes. Se trata, según ha subrayado Rego en la sede del ministerio, de poner este tipo de violencias en el "espacio público", como ya se hizo en su momento contra la violencia de género.
"Aunque la violencia contra la infancia es del ámbito privado, hay que abordarla socialmente", ha insistido la ministra de Juventud e Infancia, quien en esa línea ha defendido abordar "desde la comunidad" el "carácter estructural" de la violencia infantil.
Habrá más información...