El rey Felipe VI ha hecho una clara defensa del "diálogo", el "consenso" y la "serenidad" en la política para "trabajar por el bien común", que es, de hecho, el lema central sobre el que ha girado todo su mensaje de Navidad de este año para enfrentar los retos que tiene España por delante y, sobre todo, para abordar la gestión de la "terrible" DANA del pasado otoño. Esta tragedia, los problemas de acceso a la vivienda, el fenómeno migratorio o el convulso escenario internacional han sido los ejes del discurso del monarca y en los que cree más necesario que nunca el diálogo frente a una "contienda política" que, aunque "legítima", considera que en ocasiones es "atronadora".
En su undécimo mensaje de Navidad, y el segundo que pronuncia desde el Palacio Real, el jefe del Estado ha hecho un llamamiento a que la discusión política "no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad", tanto en la "esfera pública" como en la "vida diaria", con el objetivo de "afrontar los proyectos colectivos e individuales y familiares, para prosperar, para cuidar y proteger a quienes más lo necesitan". "No podemos permitir que la discordia se convierta en un constante ruido de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía", ha afirmado.
Como ejemplo de ese diálogo y consenso que reclama a la clase política, Felipe VI ha puesto el ejemplo de la reforma del artículo 49 de la Constitución —referido a las personas con discapacidad—. Como viene haciendo en todos sus mensajes de Navidad, el rey considera que la Carta Magna es la "gran referencia en España" y en ese acuerdo que logró que el texto constitucional viera la luz es en lo que hay que fijarse hoy en día también.
Trabajar por el bien común es preservar el gran pacto de convivencia donde se afirma nuestra democracia
"Trabajar por el bien común es preservar precisamente el gran pacto de convivencia donde se afirma nuestra democracia y se consagran nuestros derechos y libertades, pilares de nuestro Estado social y democrático de derecho. A pesar del tiempo transcurrido, la concordia de la que fue fruto sigue siendo nuestro gran cimiento. Cultivar ese espíritu de consenso es necesario para fortalecer nuestras instituciones y para mantener en ellas la confianza de toda la sociedad", ha remarcado.
Y ese "pacto de convivencia", ha apuntado en un discurso de algo más de quince minutos, "se protege dialogando", un diálogo que hay que ejercer "con altura y generosidad", que es lo que "debe nutrir la definición de la voluntad común y la acción del Estado".
Felipe VI ha comenzado su discurso recordando la DANA del pasado mes de octubre y ha trasladado todo su "respeto" a las personas fallecidas y las que aún siguen desaparecidas por las riadas, que provocaron que "miles de personas" vieran "cómo lo que hasta hace poco era su pueblo, su barrio, su trabajo, su casa, su negocio, su escuela, quedaban reducidos a escombros e incluso desaparecían".
No olvida el monarca las imágenes de "la riada que todo lo arrasó, los rescates de personas", a los que "abrían sus casas para acoger a los más vulnerables, oponiendo a la fuerza implacable del agua y del lodo la fuerza abrumadora a la solidaridad y de la humanidad". Y también hace una mención especial a los vecinos, voluntarios, equipos de Protección Civil, bomberos, cuerpos de seguridad, Fuerzas Armadas, ONG y empresas que organizaron colectas y donaciones por toda la "ayuda y colaboración" que está "propiciando que, poco a poco, las más de 800.000 personas afectadas recuperen paulatinamente en su vida cierto grado de normalidad", y que "el medio y largo plazo quede igualmente atendido para asegurar realmente la recuperación".
Es responsabilidad de todas las Administraciones Públicas que la noción del bien común se siga reflejando con claridad
Toda esta solidaridad, ha dicho el jefe del Estado, se ha visto "día tras día en el trabajo ingente de voluntarios anónimos y de servidores públicos", pero también ha "comprobado —y entendido— la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones".
En la parte que ha dedicado a la DANA es cuando el rey ha pronunciado por primera vez las palabras "bien común", una expresión que ha repetido hasta siete veces durante el mensaje de Navidad y sobre la que ha girado toda su disertación. Y es que, según ha subrayado, todas las emociones vistas a raíz de la tragedia vivida sobre todo en Valencia, "las que conmueven y reconfortan y las que duelen y apenan", surgen de "una misma raíz: la conciencia del bien común, la expresión del bien común o la exigencia del bien común".
Así, el jefe del Estado ha pedido que "la solidaridad que nos ha unido en los momentos más difíciles siga presente en cada gesto, en cada acción, en cada decisión", y también que "las ayudas lleguen a todos los que lo necesiten", pues "cuanto antes" ocurra, más podrá reforzarse el "sentido de comunidad" y el "sentimiento de país".
Cuanto antes lleguen las ayudas, más podrá reforzarse el sentido de comunidad y el sentido de país
"Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo. Es responsabilidad de todas las instituciones, de todas las Administraciones Públicas, que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política. El consenso en torno a lo esencial, no sólo como resultado, sino también como práctica constante, debe orientar siempre la esfera de lo público. No para evitar la diversidad de opiniones, legitima y necesaria en democracia, sino para impedir que esa diversidad derive en la negación de la existencia de un espacio compartido", ha dicho. En ese "acuerdo en torno a lo esencial" es, en opinión del monarca, desde donde es necesario "abordar los asuntos que preocupan y que afectan a la vida colectiva".
Entre esos asuntos, Felipe VI hace especial mención al fenómeno migratorio, sin el que "no podrían entenderse las sociedades del presente". Pero aunque se trate de una "realidad cotidiana", el rey también destaca que "las migraciones pueden derivar, sin la gestión adecuada, en tensiones que erosionen la cohesión social". Por eso, ha remarcado que el "esfuerzo de integración que corresponde a todos, el respeto de las leyes y normas básicas de convivencia y civismo, y el reconocimiento de la dignidad que todo ser humano merece son los pilares" que deben guiar a la hora de abordar este asunto. "La manera en la que seamos capaces de abordar la inmigración, que también precisa de una buena coordinación con nuestros socios europeos así como con los países de origen y tránsito, dirá mucho en el futuro sobre nuestros principios y la calidad de nuestra democracia", ha señalado.
El esfuerzo de integración de los inmigrantes corresponde a todos
A continuación, el monarca ha dado paso al problema del acceso a la vivienda, un asunto que preocupa "sobre todo a los más jóvenes" y para el que "es importante que todos los actores implicados reflexionen, se escuchen unos a otros, que se examinen las distintas opciones y que ese diálogo conduzca a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda en condiciones asumibles, en especial para los más jóvenes y los más desprotegidos, pues esta es la base para la seguridad, el bienestar de tantos proyectos de vida".
Felipe VI tampoco ha querido obviar el "escenario exterior cada vez más complejo y cambiante, e incluso convulso". En este contexto, ha lamentado que "con demasiada frecuencia se cuestione el derecho internacional, se recurra a la violencia, se niegue la universalidad de los derechos humanos o se ponga en duda el multilateralismo para afrontar los desafíos globales de nuestro tiempo, como son las crisis climáticas y medioambientales, las pandemias, la transición energética o el comercio y la escasez de los recursos naturales". De hecho, alerta de que en los últimos tiempos asistimos a discursos que discuten "la misma validez de la democracia como sistema de gobierno".
La vivienda es la base para la seguridad y el bienestar de tantos proyectos de vida
En este sentido, considera que "España y los demás estados miembros de la UE" han de "seguir defendiendo con convicción y con firmeza las bases de la democracia liberal, de la defensa de los derechos humanos y de las conquistas en bienestar social sobre las que se asienta nuestro gran proyecto político". "Porque Europa es una parte esencial de nuestra identidad compartida, del legado que debemos a las generaciones venideras", ha resaltado.
Y el futuro, ha resaltado Felipe VI, "radica principalmente en la juventud", esos jóvenes que "buscan oportunidades y superan los obstáculos a base de mérito y esfuerzo", y que también "han llenado de orgullo" por su respuesta masiva "para dar lo mejor de sí en las calles de los pueblos afectados por la DANA".