La empresa de neurotecnología dirigida por Elon Musk, Neuralink, implantó con éxito el primer chip cerebral a finales de enero para desarrollar una interfaz cerebro-ordenador que pudiese controlar dispositivos externos con la mente y, meses más tarde de este hito histórico, el paciente Noland Arbaugh demostró al público que este receptor es capaz de utilizar el cursor de un portátil Mac con sus pensamientos para jugar al ajedrez.
Pese al éxito de este desafío, el camino no fue nada fácil y Musk tuvo que enfrentarse a múltiples controversias, e incluso la actividad de Neurlaink se puso en duda porque el implante cerebral empezó a fallar. No obstante, la compañía pudo cerrar todos los frentes abiertos y centrarse en otras de sus metas, como el desarrollo de un chip destinado a restaurar la visión.
Dicha innovación, bautizada como 'Blindsight', recibió la designación de 'Dispositivo innovador' de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), además, está diseñada para solucionar las afecciones oculares que provocan ceguera. Sin embargo, pese a que este dispositivo ya se está probando en monos, la empresa Science Corporation planta cara a Neuralink al conseguir que varios pacientes puedan ver lo suficientemente bien, como para leer un libro o jugar a las cartas, gracias a una interfaz cerebro-ordenador.
Así es Prima, el nuevo chip que cura la ceguera
Este dispositivo, bautizado como Prima, es un chip cuadrado de dos milímetros que se coloca quirúrgicamente bajo la retina. Pero, ¿cómo funciona?
Unas gafas con cámara captan la información visual y emiten patrones de luz infrarroja sobre el chip, que tiene 378 píxeles luminosos. Además, actúa como un diminuto panel solar, convirtiendo la luz en un patrón de estimulación eléctrica y enviando esos impulsos eléctricos al cerebro para que pueda interpretar las señales como imágenes.
Por otro lado, Prima se diferencia de otros implantes por su capacidad de proporcionar formas, patrones y otros elementos visuales de los objetos. Sin embargo, lo que ven los usuarios no es una visión "normal", ya que perciben una imagen procesada con un tinte amarillento.
Primeras pruebas de Prima
En el ensayo participaron personas con atrofia geográfica, una forma avanzada de degeneración macular asociada a la edad que provoca la pérdida gradual de la visión central. Las personas con esta enfermedad conservan la visión periférica, pero tienen puntos ciegos en la visión central, lo que dificulta la lectura, el reconocimiento de caras o la visión con poca luz.
Estos 32 participantes, que permanecieron en el ensayo durante un año, eran capaces de leer hasta cinco líneas en la tabla de visión gracias a la función de zoom y el aumento integrado al implante, en comparación con lo que podían leer al inicio del estudio.
Un portavoz de Science Corporation declara al diario Wired que "los participantes tienen la opción de utilizar la función de zoom según sea necesario". Agregando que, de las diversas tecnologías de implante de chips que se han probado a lo largo del tiempo, esta es la que parece tener más posibilidades", a pesar de que todavía se desconoce hasta qué punto será útil en el funcionamiento cotidiano.