La posibilidad de que la Supercopa de España femenina se celebre en Arabia Saudí, como ya ocurre con la masculina, ha abierto un debate en el fútbol femenino español, especialmente tras las denuncias de abuso sexual por parte de aficionados locales sobre familiares y aficionadas del Mallorca y por los derechos de las mujeres en el país. Sobre ello se ha pronunciado Beatriz Álvarez, presidenta de Liga F y vicepresidenta de la RFEF, este miércoles en un encuentro informativo con los medios al que asistió 20Minutos.
La máxima responsable de la Primera División femenina ha revelado una conversación con Rafael Louzán, presidente de la Federación española, después de que este último asegurase que la RFEF está trabajando para llevar también la Supercopa de España femenina a Arabia Saudí. "Lo que le he trasladado es que, más allá de donde sea, entendemos que es una competición que no está suficientemente trabajada", ha expresado.
En este sentido, Álvarez ha subrayado que la prioridad del organismo que preside "es que hay que rentabilizarla, hay mucho margen de mejora, y, en caso de llevarla a otro sitio, habría que mirar todas las situaciones", puesto que "hay una parte económica y otra social que hay que valorar y hay que buscar el equilibrio".
"Creo que hay que centrarse en otras prioridades y no tanto en dónde sería. Es una hipótesis que igual no ocurre nunca y hay que ver la opinión de los clubes y lo que me ha llegado de ellos es que entienden que la rentabilidad es importante y que también hay que tener en cuenta el contexto social", ha insistido.
Aun así, y pese a reconocer que "no hay un 'no' rotundo" al respecto, la presidenta de la Liga F ha señalado que "no podemos entrar en contradicciones, habría que valorar todas las opciones y con todos los clubes".
Respecto a la relación actual entre Liga F y RFEF, Álvarez ha asegurado que "está estable", así como que "hay un cambio en la forma de gobernar". En este sentido, ha elogiado las primeras semanas de mandato de Rafael Louzán: "Ha sido muy valiente a la hora de formar una junta directiva con todos los estamentos. Para mí fue una sorpresa agradable ver tanta diversidad, pluralidad, no solo porque hay mucha presencia de mujeres, sino porque todos los que estamos allí buscamos esa paz institucional".
"Llevamos años reivindicando tener voz y poder estar para defender los intereses de los clubes. A partir de ahora tengo la esperanza de que cambien las cosas", ha aseverado la presidenta de la competición nacional, que también ha valorado la condena por prevaricación pendiente sobre Louzán, cuyo recurso al Tribunal Supremo se estudiará a principios de febrero. "Llevamos ya muchos meses de inestabilidad que no nos benefician y cualquier cosa que genera inestabilidad nos afecta todos".
El Convenio Colectivo
Otra de las polémicas que envuelven el fútbol femenino español es el convenio colectivo, anunciado a finales de octubre de 2024 pero aún sin presentación oficial, algo que se producirá en los próximos días, tal y como ha adelantado Álvarez, y que se ha convertido en motivo de preocupación después de que David Aganzo, presidente de AFE, lo describiese como "un retroceso".
"El convenio mejora todos los aspectos del anterior a todos los niveles, no solo la parte económica. Hubo cosas de mejora a nivel social. No es el ideal para nadie, pero es el de consenso. Estamos incómodamente satisfechas todas las partes. Al final se firma sin UGT y AFE y para nosotros no deja de ser una piedra para las propias jugadoras, y nos extraña, porque nos han trasladado que un 97% de futbolistas está a favor", ha asegurado la presidenta de Liga F.
En este sentido, Álvarez considera que la opinión de AFE sobre el nuevo convenio, así como sobre su decisión y la de UGT de no firmarlo, "no tiene nada que ver ni con la negociación del convenio, ni con la Liga F, sino con posturas de sindicatos". Además, ha explicado cómo fue el proceso de negociación y todo lo ocurrido hasta la negativa de ambos sindicatos.
"Fue una negociación muy paralizada, pero en enero del 2024 empezamos a unir posturas, todos asumimos que debíamos acercar posturas y ahí se empezó a hacer un ejercicio de transparencia. En junio teníamos el acuerdo con todos los sindicatos y con el texto cerrado hicimos una revisión del texto. Llegado septiembre dijimos que no podíamos demorarlo, se hicieron matizaciones de redacción y, cuando llegamos a la reunión y estábamos todos de acuerdo, había un cambio. No sé el motivo real y concluimos que no tiene nada que ver ni con la negociación del convenio", considera Álvarez.
La máxima responsable de la competición nacional ha aseverado que "una semana antes a la firma, AFE dijo que se lo iba a pensar", una decisión que cree que "era un tema más político". "A la reunión siguiente UGT estuvo representada por otra persona que no me conocía y ahí nos trasladaron que no iban a firmar. Fue una decisión de última hora", ha concluido al respecto.
