Sumar se hunde en la desorientación tras la abrupta dimisión de su hasta este jueves portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, especialmente después de que este viernes se hiciera pública una denuncia ante la Policía contra él por la supuesta comisión de un delito sexual. Fuentes del partido que lidera Yolanda Díaz admiten que la vorágine en la que se han visto envueltos en las últimas 24 horas ha supuesto un golpe durísimo para la formación, y el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha exigido directamente que se asuman responsabilidades en los partidos en los que militó Errejón, incluido Sumar, "si alguien tuvo algún conocimiento o indicio" de sus comportamientos.
Maíllo fue el primer aliado de Díaz que salió este viernes a ofrecer declaraciones tras conocerse la denuncia presentada por la actriz Elisa Mouliaá contra Errejón. Y el líder de IU no quiso poner paños calientes a una situación que, admitió, deja extremadamente tocada a toda la izquierda a la izquierda del PSOE. "Esto abre en canal a la izquierda, es una sacudida", aseguró Maíllo, que denunció que el caso del exportavoz de Sumar revela "una inadecuación absoluta entre lo que decimos defender y lo que defendemos". Y no se quedó ahí, sino que afirmó que, si algún dirigente "tuvo algún indicio o conocimiento sobre esta información" y "no hizo nada", deberá "dar respuestas".
El líder de IU exigió, además, "afrontar con mucha radicalidad" el "debate" que ahora se abre en la izquierda sobre el futuro del espacio. La primera de las decisiones que deberá tomar Sumar en ese "debate" es la de quién sustituirá a Errejón como portavoz en el Congreso de los Diputados. Y Maíllo planteó la necesidad que "todas las organizaciones" que conforman la coalición (que, además del núcleo duro de Díaz, son IU, Más Madrid, Catalunya en Comú, Compromís y Chunta Aragonesista) sean "copartícipes de las decisiones que se tomen, tanto para la nueva portavocía" como para "la reestructuración del grupo, [la recalibración de] las prioridades políticas y el encuentro con la sociedad".
"Es el momento de afrontar una catarsis con respecto a cómo nos reorganizamos en los espacios de izquierda, cómo abordamos las decisiones colectivas y cómo tenemos que afrontar en esta nueva etapa una decisión que nos comete a todos", zanjó Maíllo. Y fuentes de IU son incluso más claras y alertan de que lo que haga la izquierda en las próximas horas y días será clave para su supervivencia. "Depende de cómo hagamos las cosas esto tendrá salida o nos iremos por el sumidero", asegura un dirigente de peso de la federación, que sostiene que Díaz tiene que tomar decisiones "sin parches" y "con claridad".
Un camino que no está claro
Hasta ahora, no obstante, el "shock" —en palabras de Maíllo— es tan grande que nadie dentro del espacio de Sumar y sus aliados tiene demasiado claro cuál debe ser el camino a seguir. El propio líder de IU se limitó a deslizar que es necesario que siga existiendo "un instrumento que sea útil" para el electorado que se encuentra a la izquierda del PSOE. Y fuentes de IU, por el momento, admiten que su dirección aún no tiene claro si es momento de dar públicamente carpetazo al proyecto de Sumar. "Lo que está claro es que hay que afrontar esto con valentía y con audacia, porque tenemos una neumonía gorda y no la podemos tratar como un resfriado", resume un dirigente.
Por el momento, el resto de los aliados de Díaz han sido mucho más parcos en sus declaraciones y se han limitado a distanciarse de Errejón y a solidarizarse con las denunciantes. "Todo lo que estamos conociendo en las últimas horas es horroroso y demoledor. Desgraciadamente, no hemos sabido hacer lo suficiente, y no tengo palabras para expresar mi profundo pesar, y mi preocupación y apoyo a todas las víctimas. Estamos hartas y todos los casos tienen que salir a la luz", expresó en este sentido la líder de Más Madrid y ministra de Sanidad, Mónica García, que llevaba años distanciada de Errejón.
En la misma línea se expresó la coordinadora de Catalunya en Comú, Jéssica Albiach, que afirmó que "ante cualquier atisbo de prácticas y violencias machistas" deben existir "mecanismos rápidos de reacción, y protocolos que funcionen para prevenir, intervenir, responder y reparar a las personas afectadas". "También ofrecer apoyo y acompañamiento jurídico y psicológico si lo requieren. Sin excusas ni eufemismos", señaló.