Desde que se implantó el sistema de vacunación generalizada a la población se ha conseguido frenar numerosas enfermedades infecciosas que, de no ser por esta medida de salud pública, se extenderían por todo el mundo sin control. A pesar de ser un gesto sanitario que la mayoría de expertos consideran necesario para el bien común, no es algo que deba tomarse a la ligera.
El hecho de vacunarnos requiere seguir unas pautas por parte del ciudadano, que van a evitar complicaciones innecesarias además de favorecer el máximo de seguridad y efectividad por parte de la vacuna inoculada mediante una inyección. La revista americana de salud Parade ha consultado a una serie de profesionales para saber cuáles son las cinco precauciones más importantes a la hora de vacunarnos.
1. El médico debe conocer nuestro historial, sin sesgos
En el momento en el que vamos a someternos a una vacuna, el médico debe conocer nuestro historial sin que le ocultemos nada. Por insignificante que pueda parecernos, cualquier pequeño detalle de salud podría dar al traste con la efectividad de la vacuna e, incluso, ponernos en riesgo.
"No le ocultes tu historial médico al profesional de la salud que te administre las vacunas bajo ningún concepto", dice el doctor Nesochi Okeke-Igbokwe, MD, MS, experto médico y director ejecutivo de medicina interna al medio de comunicación norteamericano.
"Antes de recibir cualquier vacuna, se suele entregar a los pacientes un cuestionario para detectar potenciales contraindicaciones", dice la doctora Okeke-Igbokwe. En el cuestionario se pregunta sobre reacciones alérgicas previas a las vacunas, posibilidad de embarazo y otras cuestiones pertinentes relacionadas con la salud. Los pacientes deben responder estas preguntas con precisión para asegurarse de que no exista ninguna contraindicación para ninguna vacuna en particular.
Respecto a las pacientes embarazadas, este dato es imprescindible que esté en conocimiento de los profesionales de la salud, puesto que las vacunas vivas están contraindicadas durante el embarazo.
2. No es aconsejable tomar medicamentos antiinflamatorios
Los médicos desaconsejan tomar antiinflamatorios si vamos a recibir una dosis de vacuna, aunque en este caso siempre será el médico quien tenga la última palabra, puesto que hay casos concretos en los que quizá deban prescribirlos.
Así pues, según expresa el médico de medicina familiar del Providence Saint John's Health Center de Santa Mónica a la revista Parade, David Cutler, "hay que evitar tomar acetaminofeno, ibuprofeno, difenhidramina o medicamentos similares justo antes de recibir la vacuna. Estos medicamentos quizá puedan tomarse, si el médico lo considera oportuno o el tipo de vacuna los justifica, después de la administración".
3. La zona del pinchazo debe estar relajada
A nadie le gusta recibir un pinchazo pero, dentro de lo posible, hay que intentar evitar cualquier tensión añadida en la zona en la que se va a administrar la vacuna, puesto que podría ser contraproducente.
Mantenernos quietos y relajados es fundamental, como dice el doctor Richard A. Martinello, profesor de medicina y pediatría en la Facultad de Medicina de Yale. "Tener la musculatura de la zona relajada minimizará el traumatismo en el músculo y limitará cualquier malestar después de la vacunación".
También es importante para estar relajados haber dormido la noche anterior las horas suficientes (7 u 8), lo que va a ayudar a garantizar la eficacia de la vacuna. Tampoco conviene hacer un ejercicio demasiado intenso ni antes ni después del día de vacunación, porque los efectos secundarios podrían ser especialmente molestos.
4. Hay que evitar beber alcohol antes de recibir la vacuna
"El consumo excesivo de alcohol puede deshidratarnos y debilitar la verdadera función inmunológica de la vacuna, lo que también hará que los efectos secundarios sean peores", advierte la doctora Eve Elizabeth Pennie, médica y epidemiología de DrugWatch.
Y añade: "mantenerse hidratado ayuda a reducir las probabilidades de sufrir mareos y otros efectos secundarios". Por lo tanto, si nos da miedo la aguja, deberemos buscar otro método para calmarnos y no la ingesta de alcohol.
5. Si estás resfriado, espera a estar curado para vacunarte
Antes de someternos a la vacunación, es importante que hablemos con nuestro médico, que será quien valore si tenemos una enfermedad crónica que pueda impedir la eficacia de la vacuna. "También debemos darnos un tiempo si estamos resfriados en el momento de vacunarnos, porque se podría reducir la eficacia", explica la doctora Richelle Guerrero-Wooley, experta en enfermedades infecciosas de Loma Linda University Health.