Cinco bebidas que puedes preparar en casa y que te ayudarán a dormirte más rápido

El uso de dispositivos electrónicos en España es uno de los grandes enemigos del descanso al final del día, puesto que estamos sobreestimulados y nos cuesta conciliar el sueño, entre otras cuestiones por los efectos de la luz azul que desprenden y que afecta a nuestro cerebro, promocionando el estrés. Afortunadamente, en el otro lado de la ecuación están algunas bebidas relajantes, naturales, que tienen propiedades 'sedantes'.

Hoy vamos a hacer una selección de esos cinco preparados, la mayoría infusionados, que nos van a ayudar a preparar al organismo para el descanso, de una manera más o menos inmediata. El secreto está en añadir esas bebidas a nuestra rutina, pero incluirlas dentro de unos hábitos siempre iguales, que vayan creando el ambiente propicio para el sueño reparador.

1. Manzanilla, enemiga de la ansiedad y una aliada digestiva

La primera bebida es una infusión de sobra conocida en España (país líder en su cultivo), donde se toma desde tiempos ancestrales. La infusión de manzanilla es una de las grandes aliadas contra el insomnio, al poseer beneficios calmantes y aliviar la tensión muscular. Las flores secas de manzanilla contienen compuestos activos como los flavonoides y los terpenoides, que contribuyen a la relajación de los músculos, provocando una pequeña sensación de calma, disminuyendo la ansiedad y el estrés.

Además, la manzanilla tiene reconocidas sus propiedades digestivas, algo importante también tras la cena, puesto que uno de los motivos por los que nos cuesta conciliar el sueño es porque la ingesta de la noche ha podido ser más abundante de la cuenta. La manzanilla alivia los dolores estomacales provocados por la pesadez y las flatulencias.

Los flavonoides de estas flores son antiinflamatorios y antiespasmódicos, protegiendo de las úlceras gástricas al mejorar el tránsito gastrointestinal de los alimentos. Para sacarle todo el partido por la noche, será beneficioso dejar de utilizar dispositivos electrónicos unas horas antes de acostarnos, dejar una luz tenue en la habitación, y tomar una infusión de manzanilla cada día pero templada, ni muy fría ni tampoco demasiado caliente.

2. Leche caliente con cúrcuma, relajante y expectorante

En tiempos de catarros y congestiones varias, una buena idea es hacer de la cúrcuma nuestra aliada. La miel añadida a la leche aporta triptófano y serotonina, con la capacidad de actuar como ansiolíticos. Pero si en vez de miel (que es una buena opción también) agregamos a una taza de leche caliente un poco de cúrcuma (antiinflamatoria), estaremos aportando muchos beneficios saludables a nuestro descanso.

La leche caliente, en sí misma, ya resulta reconfortante, pero con un poco de cúrcuma vamos a sumar puntos para combatir el insomnio y poder conciliar el sueño más rápido. La cúrcuma ayuda a activar la circulación y a expulsar mucosidad, algo muy típico de los meses fríos, lo que además nos va a ayudar a dormir despejados al respirar bien. La cúrcuma es un relajante natural estupendo.

3. Infusión de tila, la reina del descanso sin ansiedad

El remedio casero por excelencia para calmar los nervios y entrar en un estado de relajación natural tiene un nombre: tila. Todos hemos podido tomar en un momento de estrés, exámenes, una entrevista de trabajo… una infusión de tila templada. Además de luchar contra el estrés, la tila tiene otras muchas propiedades.

La infusión de tila actúa como ansiolítico y sedante, relajando cuerpo y mente al actuar como leve relajante muscular. Cuando finalizamos la jornada con ansiedad, la tila tibia será una excelente aliada para ir entrando en la relajación necesaria para dormir y que nos aproveche el descanso. En contra de lo que muchas personas puedan pensar, las infusiones demasiado calientes están contraindicadas para lograr el objetivo del descanso. Para su sabor, no siempre apetecible, podemos añadir unas gotitas de limón natural exprimido a la tila.

4. Lechuga, mucho más que en ensalada…

Por extraño que pueda sonar, se ha puesto muy de moda la infusión de hojas de lechuga, algo que ha demostrado un gran poder para conciliar el sueño nocturno de una manera más o menos inmediata. Y es que la lechuga posee efectos tranquilizantes, al tiempo que calma el sistema nervioso y contribuye a controlar la tensión arterial.

Muy fácil de encontrar, las hojas de lechuga infusionadas aportan vitamina B (tiamina), esencial para combatir el insomnio. Con hervir unas hojas en agua durante 10 minutos y colarlo después será suficiente para notar sus efectos sedantes.

5. Té de raíz de valeriana, un clásico que acelera el descanso

Para finalizar, aunque no menos importante o efectivo, está el té que se elabora con la raíz de la valeriana, una planta ancestral que trabaja el descanso como pocas. Al tener un sabor 'diferente', esta planta quizá precise de unas gotas de limón o un poco de miel endulzante.

La valeriana puede tomarse también en formato suplemento, en pastillas, en herbolarios y farmacias. Sin embargo, tomarla en infusión templada es un ritual que, sumado a un ambiente tranquilo y de luz tenue, 'invita' al cerebro a desconectar de una manera más eficaz.

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