Cinco años después de la covid: "Estamos mejor, pero no todo lo bien que deberíamos porque hemos pasado página muy pronto"

El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS), "profundamente preocupada por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad y por su gravedad, y por los niveles también alarmantes de inacción", declaró la pandemia de la covid-19. Cinco años después, los expertos valoran que la situación actual es estable y de convivencia con un virus para el que nos hemos inmunizado gracias a las vacunas y las infecciones. El mantra inicial y falso de que el nuevo coronavirus era "como una gripe" sigue sin ser real un lustro después, pues los epidemiólogos recuerdan que su comportamiento no muestra aún patrones de estacionalidad, sino que atiende más a comportamientos sociales. En una actual fase que definen como la de "amnesia", en la que nadie quiere recordar ya los horribles días de confinamiento, calles vacías, hospitales saturados y morgues improvisadas, ahora nadie espera una nueva variante de gravedad que vuelta a comprometer el sistema. "A los virus muy letales no les va bien", recuerdan.

El doctor Óscar Zurriaga fue el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología entre los años 2020 y 2024. En su opinión, actualmente "estamos mucho mejor que hace cinco años, pero no todo lo bien que deberíamos estar porque probablemente, pese a todo lo que hemos vivido, creo que se nos ha olvidado demasiado pronto y hemos pasado página demasiado pronto, hay algunos aspectos en los cuales todavía no nos hemos puesto las pilas". Se refiere el epidemiólogo a que, por ejemplo, desde el punto de vista técnico, aún no se ha aprobado la ley para crear la Agencia Estatal de Salud Pública, al tiempo que agrega que el gasto en salud pública se ha incrementado "un poco", pero en vigilancia para posibles pandemias "no nos hemos puesto al nivel que deberíamos".

En términos epidemiológicos, Zurriaga indica a 20minutos que "a los virus que se mantienen muy letales no les va bien" porque matan a los huéspedes en los que viven, "mueren matando". Por ello, los virus que persisten son aquellos cuya evolución permite no matar tanto. Según los últimos datos del Instituto de Salud Carlos III, relativos a la semana del 24 de febrero al 2 de marzo de 2025, la tasa de contagios en España es 4,1 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la semana anterior fue de 5,1 casos. Desde octubre de 2024, ha causado hospitalización a 310 pacientes y 22 han fallecido, cuando en lo peor de la pandemia llegaron a peder la vida 900 personas en un día. A nivel mundial, la enfermedad que han padecido más de 777 millones de personas y ha matado a más de siete millones en todo el planeta -7.083.769, según el informe de la OMS del 5 de enero de 2025-, sigue infectando y matando: entre el 9 de diciembre y el 5 de enero se detectaron 161.000 nuevos casos y fallecieron 3.300 personas en todo el mundo, un 14% más que en el mes anterior, según las cifras de la OMS.

Zurriaga no descarta que pueda aparecer una variante que pueda desestabilizar la situación porque esa posibilidad "siempre" está ahí "no solo con la covid, sino con cualquier virus". En lo que se refiere a la covid "nos queda, digamos, asentarnos en un virus que ha venido para quedarse. El tiempo nos va a decir a qué lugar se coloca. No parece que sea un virus exactamente estacional, pero será uno más de los virus respiratorios que tendremos durante todas las temporadas y tendremos que seguir preocupándonos por él como nos preocupamos de otros virus. Quizá en este momento no es el que más asusta a todo el mundo", continúa, en referencia a la gripe aviar o el sarampión.

Para portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), María del Mar Tomás, la covid actual suele verse "relegada" por la gripe A y B cuando estas aparecen con fuerza en la época de frío, pero cuando desaparecen con la llegada de la primavera, "puede ser que el covid vuelva a tomar protagonismo, pero especialmente en pacientes inmunodeprimidos o enfermedades de base". Así ha ocurrido en temporadas anteriores y "habrá que ver" qué pasa los próximos meses de abril y mayo.

La también doctora del Hospital Universitario de A Coruña considera que la situación actual es "estable, pero vamos a convivir con variantes más leves", que son subvariantes de ómicron que causarán infecciones del tracto respiratorio superior. Actualmente, no ve motivos para alarmarse porque ya tenemos inmunidad previa, aunque "aquellos pacientes con comorbilidades pueden verse más afectados". Para la población general y sana, Tomás cree que "probablemente cada ola sea cada vez menos grave" con infecciones que "no se van a detectar ni a diagnosticar porque son leves", dado que "lo que están surgiendo son subvariantes de variantes iniciales que no son mutaciones tan importantes como para provocar un cambio en la patogenicidad del virus".

"Un arco de libro: una primera respuesta de pánico, seguido de la veneración a los científicos, después llegó la suspicacia y ahora estamos en la fase de amnesia"

Socialmente, la inmunóloga del CSIC Matilde Cañelles asegura que se ha realizado "un arco de libro" consistente en una primera respuesta de "pánico, seguido de la veneración a los científicos, después llegó la suspicacia y ahora estamos en la fase de amnesia, pues ha sido una experiencia tan traumática que la sociedad no quiere hablar del tema". La especialista coincide con sus colegas al afirmar que "da la impresión" que las subvariantes actuales "no dejan huella importante" salvo en personas de inmunidad comprometida por otras patologías, a quienes les supone una amenaza cualquier enfermedad, "igual que pasa con los catarros causados por virus que llevan ya tiempo circulando". A ella le preocupa "la duda que sigue quedando son las secuelas", un tema en el que "nadie se quiere meter" como "ciertos aumentos de otras enfermedades como la covid persistente, diabetes o demencia, que pueden estar o no relacionadas con la covid".

¿Qué hemos aprendido en estos años?

El epidemiólogo Joan Caylà, que asegura que los datos muestran que estamos "mejor que nunca" en cuanto covid, ha participado en un estudio que comparó la estrategia de mitigación -llevada a cabo en España y la mayoría de países-, centrada en reducir la mortalidad y la incidencia de forma que no se afectara a la actividad económica y la vida social, con la estrategia de 'covid cero' -desarrollada en China y otros países como Australia, Corea del Sur o Singapur-, en la que el objetivo era que no hubiera contagios con medidas más restrictivas. Las conclusiones apuntaron que esta última fue "más efectiva para evitar la mortalidad y tuvo menor impacto en el PIB, sobre todo en el primer año de la pandemia".

El también presidente de la Fundació UITB (Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona) considera que este lustro tras la aparición de la covid hemos aprendido "la importancia de estar preparados y de disponer de recursos tanto humanos como materiales" para afrontar una pandemia, al tiempo que cita como "asignatura pendiente" aspectos de la vigilancia en salud pública como el estudio de contactos. Zurriaga añade que en las residencias de mayores "seguimos sin haber hecho ninguna transformación importante, por lo que si volviera a suceder, estaríamos prácticamente igual, y eso en un país que envejece a marchas forzadas". Si volviera a pasar, "nos pillaría más entrenados, pero también más cansados", agrega en referencia al personal sanitario.

Por su parte, Tomás recuerda que "en cualquier momento puede llegar una pandemia por un agente infeccioso, por lo que tenemos que seguir estando preparados con técnicas de diagnóstico rápido". Tanto la microbióloga como el epidemiólogo Zurriaga señalan que el uso de la mascarilla está cada vez más "interiorizado" cuando se presentan síntomas, sobre todo en determinados contextos de vulnerabilidad. La mascarilla, recuerda Tomás, "corta las cadenas de transmisión y hace que el impacto de la infección respiratoria a nivel sanitario sea menor".

¿Y para los próximos cinco años? Caylà, como todos los científicos, no se fía de la bola de cristal. "Una cosa es lo que desee imaginar y otra es lo que pase. Predecir es muy difícil. Todos querríamos que los próximos cinco años estuvieran libres de pandemias, con la covid y la gripe en niveles muy bajos o inexistentes, pero es muy complicado. Si tuviéramos un gran control en estos próximos cinco años, sería perfecto, hay que estar preparados para ver cuál podría ser la próxima pandemia, que igual no tiene relación ni con gripe ni con covid, o igual sí, pero no lo sabemos". El epidemiólogo insiste en que "hay que estar bien preparados y atentos" a virus como la gripe aviar, que en Estados Unidos está causando ya problemas graves, a arbovirosis [enfermedades víricas que se transmiten a través de la picadura de un mosquito] tipo dengue o zika, a la viruela del mono, o cualquier otra zoonosis.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.