Había dejado dudas en su estreno con la derrota en dobles, pero Carlos Alcaraz se ha encargado de disiparlas todas firmando un partido soberbio para derrotar a Ben Shelton (6-4/6-4), su verdugo anoche a base de un ritmo frenético y un recital de golpes, y darle a Europa el empate ante el equipo intercontinental.
Con el apoyo incondicional del público berlinés —volvieron los "Let’s go, Carlos! Let’s go!"—, el dubitativo Carlos de la jornada inicial dio paso al tenista osado e intrépido que ha conquistado cuatro Grand Slams y demostró que tiene tomada la medida al norteamericano, con el que nunca ha perdido.
El murciano ya había vencido a Shelton en el pasado curso, en el Masters 1000 de Canadá. Y en la Copa Laver volvió a hacerlo a pesar de tener enfrente un bombardero que no especulaba: pelota que se adentraba en sus dominios, torpedo a discreción que disparaba hacia la otra mitad de la cancha.
En esa tesitura, no fue hasta el quinto juego cuando empezaron a surgir las primeras oportunidades de rotura para el de El Palmar, pero el potentísimo Shelton emergió con su descomunal zurda para desbaratar dos opciones de Alcaraz para tomar la delantera.
Se intercambiaron los papeles en el siguiente juego, con el norteamericano arrinconando al español con tres pelotas de break, salvadas con apuros por un Alcaraz que solventó la faena con una de sus magistrales dejadas.
Aquello enardeció al número 3 del mundo. En el siguiente servicio de Shelton, tras una sucesión de igualdades y puntos asombrosos, con otros cinco intentos de rotura salvados por el yankee, a cada cual más difícil, pudo por fin Carlos, en su versión más mágica, apuntarse la tan deseada ventaja, ratificada, no sin sufrimiento, en el contiguo, y también, agónico juego.
Ruud y Dimitrov alucinaban desde el banquillo con las proezas que había mostrado su compañero de equipo en la Laver y con puntos que levantaron del asiento, cual espontáneo enloquecido, al legendario Bjorn Borg, su entrenador en el bloque del Viejo Continente.
Después de llevarse el primer set por 6-4, el segundo fue más rodado. La inercia cultivada en la disputa desató por completo el poderío del vigente campeón de Roland Garros y Wimbledon y nada más comenzar, rompió de nuevo el servicio de Shelton.
A partir del break, pensando en el decisivo papel que probablemente le espera en el último día de la competición, el murciano optó por dosificar esfuerzos y concentrarse en mantener su servicio. Así certificó un nuevo 6-4 para darle la puntilla al correoso Shelton, que repetirá actuación en el dobles de este sábado.
Con este resultado, el conjunto del Viejo Continente empata a cuatro con el combinado intercontinental al cierre de la sesión diurna. La jornada se decidirá esta tarde, con los duelos entre el alemán Alexander Zverev y el también norteamericano Taylor Fritz, y el encuentro dobles entre la pareja europea Casper Ruud-Stefanos Tsitsipas y la americana, integrada por el propio Shelton y el chileno Alejandro Tabilo.
