De puertas hacia fuera todo el mundo piensa que la llave para la paz en Ucrania la tiene Donald Trump, y eso es algo que parece asumir también la Unión Europea. Pero a Bruselas no le vale cualquier paz y así lo dejó claro este lunes la Alta Representante, Kaja Kallas, en su visita al papa Francisco; esta tiene que ser "justa y duradera", algo a lo que aspira también el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. "He tenido el honor de conocer a su santidad el papa Francisco. Hemos hablado de la guerra de Rusia en Ucrania y la necesidad de una paz justa y duradera que garantice el futuro de Ucrania", resumió la jefa de la diplomacia europea, mientras el líder ucraniano prepara precisamente su primera visita a Trump en la Casa Blanca.
Estos movimientos se dan, asimismo, en los días previos a la decisiva Conferencia de Seguridad de Munich, que celebra este fin de semana su encuentro anual, con la agenda marcada precisamente por Ucrania, Rusia y el futuro de la OTAN. Allí se esperan cerca de 60 jefes de Estado o de Gobierno y más de 100 ministros, según el director del cónclave, Christoph Heusgen. Entre ellos estará, según ha confirmado, el propio Zelenski, mientras que por parte de EEUU acudirá el vicepresidente JD Vance y el enviado especial de Trump para Ucrania, Keith Kellogg.
Eso sí, todavía no está claro que se vaya a presentar ningún plan de paz u hoja a seguir durante esos días, y por eso Heusgen pide esperar, además de avisar del hecho de que Putin podría alcanzar un acuerdo "pero luego no cumplirlo". De momento, el terreno se tantea por todas las partes, pero sin nada tangible.
En realidad, no hay confianza en Moscú. "Lo dice alguien que participó en los acuerdos de Minsk que hubieran sido una posibilidad de paz y que Putin pisoteó. Lo mismo pasó con otros acuerdos, piensen ustedes en el Memorando de Bucarest o en la Carta de París", apuntó el jefe de la Conferencia, que considera que "no hay base para el diálogo" porque el Kremlin no reconoce al Gobierno de Zelenski.
En ese contexto, todos asumen la alta carga de tensión que tiene la cita en la ciudad alemana. "Creo que pocas veces habíamos llegado a una Conferencia de Seguridad en una situación tan tensa si se miran todos los conflictos que hay en el mundo. Para encontrar una situación parecida habría que volver a los comienzos de la Conferencia de Seguridad y a la crisis de Cuba o a la construcción del muro de Berlín", prosiguió Heusgen, que no quiere hablar de grandes anuncios porque, añadido a todo lo anterior, no hay representantes rusos en el encuentro.
Para lo que sí está preparado Zelenski es para la inminente reunión que tendrá con Donald Trump, la primera desde su vuelta a la Casa Blanca, en Washington y de manera presencial, aunque todavía no se han dado más detalles sobre el cuándo de ese momento. El líder presentó a Ucrania como un "socio estratégico clave" de Estados Unidos y destacó la relevancia económica y geopolítica de las reservas de tierras raras de su país. El presidente ucraniano subrayó la disposición de Ucrania a compartir estos recursos, especialmente después de que Trump sugiriera la posibilidad de un acuerdo en el que EEUU continuaría enviando armamento a cambio de acceso a dichas reservas.
Entre los recursos que podrían formar parte de este acuerdo, Zelenski resaltó las "extensas reservas" de tierras raras ubicadas en las regiones de Donetsk y Zaporiyia, al este y sur de Ucrania, zonas que están parcialmente bajo ocupación rusa. Asimismo, mencionó los "enormes depósitos" de mineral ferruginoso en la región de Dnipropetrovsk, hacia la cual Rusia avanza desde las áreas que ya controla en regiones cercanas. También afirmó que Ucrania posee "las mayores reservas" de titanio y uranio en toda Europa. Estos son elementos clave no solo para EEUU, sino también para la propia Ucrania y para la UE, que sigue trabajando en una estrategia en este sentido.
En Rusia, por otro lado, no se fía. El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Riabkov, sostuvo este lunes que no ve "ningún cambio de rumbo" en Estados Unidos respecto a la guerra desde la victoria de Trump. Y dice que son ellos los que siguen manteniéndose firmes. "La posición en la que hemos estado trabajando, y en la que seguiremos trabajando, ha sido expresada de forma muy clara y directa por el presidente Putin", sentenció, por lo que ahora no ven avances posibles para el pacto: "Es imperativo que nuestros adversarios, nuestros oponentes y la nueva Administración estadounidense comprendan y reconozcan que sin resolver los problemas que son las causas profundas de lo que está sucediendo, no será posible llegar a un acuerdo".
Mientras, la UE mira desde la distancia y desde la cautela todo lo que implique a Trump. Munich puede ser un punto de inflexión pero el mensaje no cambia: no habrá una paz para un día o para un mes y tendrá que ser con las condiciones que ponga Kiev. A todos los niveles los pasos que se dan en Bruselas pretenden ser firmes y la presidenta de la Comisión Europea se verá precisamente con Vance este martes en una cumbre sobre IA en París, en el primer encuentro de la alemana con alguien de la Administración Trump, solo unas horas después asimismo de que la Casa Blanca anunciara aranceles del 25% al acero y al aluminio, dos sectores que afectan directamente a la UE.