Es saludable reír en tiempos oscuros, como explican Jennifer Aaker y Naomi Bagdonas, autoras de Hazlo con humor. Por qué el humor es un superpoder en el trabajo y en la vida. La risa activa “las hormonas de la felicidad”, aumenta el flujo de la sangre, relaja los músculos y modera el cortisol, la hormona del estrés.
Todo indica entonces que el día de las risas tontas en el Reino Unido, el 21 de marzo, día de las Narices Rojas, organizado por la ONG británica Comic Relief (Alivio Cómico) podría triunfar una vez más este año.
Conmocionados por los afectados por la hambruna en Etiopia en 1983-85, el guionista británico Richard Curtis, creador de películas como Cuatro Bodas e un Funeral o Notting Hill, y el cómico británico Lenny Henry, crearon el día bianual hace cuatro décadas, para recaudar fondos para personas necesitadas en África y en el Reino Unido. Mientras los músicos famosos movilizados por Bob Geldof produjeron Band Aid y la canción “¿Do they know it’s Christmas?” para generar dinero, Curtis y Henry apostaron por otro bien cultural británico, el humor, pidiendo a cómicos británicos de hacer sketches y programas especiales, emitidos por la BBC, un concepto que ha sido tan exitoso que aún se celebra cada dos años.
“El Día de las Narices Rojas de Comic Relief es tan parte del calendario (británico) como Navidad y Semana Santa”, escribió Zoe Amara en el periódico The Guardian. El primer Red Nose Day generó 15 millones de euros en 1988 y ha llegado a recaudar más de 100 millones de euros en sus mejores años.
Su éxito refleja, en buena parte, el papel que juega el sentido del humor en la sociedad británica. Cómicos y personalidades se prestan gratuitamente, incluyendo a Rowan Atkinson, Mr Bean, David y Victoria Beckham, entrevistados por el insolente personaje Ali G en 2001, y múltiples parodias de series y películas queridas cómo Downtown Abbey y Love Actually.
Se ha criticado recientemente el Red Nose Day, sobre todo porque en el pasado hubo famosos que han emitido anuncios apoyando buenas causas, grabados en África, dando una imagen de “salvadores blancos” que perpetúan tópicos colonizadores del continente. Algo que denunció el actual ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, en 2019. La ONG ha prometido evolucionar, emitiendo vídeos grabados por africanos contando sus propias historias.
Sin embargo, los fans de la ONG apuntan que la programación y el tirón de los famosos han concienciado la sociedad sobre causas fuera y dentro de sus fronteras, incluyendo campañas sobre salud mental y la violencia de género, buscando nuevas formas de empujar al público a hacer donaciones que han ayudado a muchas ONGs.
La gran fuerza de Red Nose Day podría ser que fomenta la capacidad de reírse de uno mismo. Tanto los niños como los adultos inventan todo tipo de concursos y retos en oficinas, fabricas, colegios y casas, sumergiéndose en baños de alubias en salsa de tomate, haciéndose crecer bigotes absurdos, tiñéndose el pelo rojo, siempre llevando las narices rojas que lanzan nuevas las ONG cada año. Cuando iba al colegio, las narices rojas eran de plástico. Ahora son producidos de caña de azúcar porque es biodegradable, idea de unos niños en un colegio de Cornualles. El Red Nose Day evoluciona, pero la necesitad de reír juntos en tiempos complicados continúa.