El exportero del Real Zaragoza, ahora en las filas del Pas Lamia griego, Álvaro Ratón, ha sido absuelto por tercera vez y de manera definitiva de la denuncia de una mujer por agresión sexual en 2018. Desde entonces, el guardameta ha intentado probar su inocencia hasta esta última sentencia y, ahora, ha desvelado lo duro que han sido estos seis últimos años.
"Siempre he salido absuelto y estoy contento porque la justicia ha dado sus frutos. Han sido seis años muy duros en los que no he podido ir a mi pueblo, ni a casa de mis padres ni de mi abuelo por una orden de alejamiento. No he podido disfrutar de ciertas situaciones familiares por algo que no he hecho. Ahora que lo he demostrado y tenemos la veracidad de que hay falsos testimonios, ahora nos toca a nosotros defendernos", ha confesado en el programa de Vamos a ver de Telecinco, presentado por Joaquín Prat.
Asimismo, el futbolista gallego ha alzado la voz contra las denuncias falsas, así como contra la propia ley: "Entiendo que tienen que defender a las mujeres, pero no a cualquier coste. No hay nada más que su palabra y todo ha sido favorable a nosotros. El parte de lesiones no tiene nada que ver ni mucho menos con una agresión sexual".
Álvaro Ratón también ha explicado que, tras la resolución, ahora tomará las medidas pertinentes contra la denunciante y sus testigos: "Nos han dado la razón una vez más y ahora nos toca empezar otro procedimiento porque esto no se puede quedar así. En cierto modo, es lógico que la gente no recurra y continúen hasta el final porque llega un momento en el que no quieres seguir, pero, por otro lado, quieres defender lo que es tuyo y justo. No solamente contra esta persona, también contra los falsos testimonios que ha habido en los juicios".
A final del pasado abril, la Audiencia Provincial de Ourense estimó el recurso de la acusación de agresión sexual presentado por parte del guardameta y ordenó la repetición del juicio contra Álvaro, el cual era en ese momento jugador del Real Zaragoza.
Al final, el Tribunal Supremo no ha admitido el recurso de casación de la denunciante y la ha condenado a pagar las costas del proceso, poniendo fin al litigio en vía ordinaria, ya que sobre esta última sentencia no cabe recurso alguno.