El comisionista del caso Koldo, Víctor de Aldama, pidió explicaciones el pasado 28 de noviembre a la empresaria Carmen Pano después de que esta asegurara que había entregado 90.000 euros en la sede del PSOE en Ferraz por indicación del propio De Aldama. "Espero que tengas pruebas, Carmen" fue el mensaje de WhatsApp que el conseguidor le envió junto a un enlace de la noticia titulada: "La empresaria Carmen Pano asegura haber entregado 90.000 euros en Ferraz por indicación de Aldama", que publicó ese mismo día El Español tras adelantar semanas antes The Objective la existencia de ese testimonio.
Así consta en el atestado que elaboró la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil tras la detención en diciembre de Pano, su hija Leonor y presuntos testaferros de la trama de hidrocarburos y que obra en el sumario de esta causa, al que ha tenido acceso Efe. Este mensaje fue hallado en el análisis preliminar de un móvil que le fue intervenido a la empresaria, procedente de un número agendado como "Víctor 1", "siendo identificado como Víctor Gonzalo De Aldama Delgado", indica la UCO.
Tras recibir ese mensaje de De Aldama, Carmen Pano contestó: "Buenos días Víctor, creo que tenemos que hablar, cuando quieras quedamos y que esté tu abogado presente". Sobre esa conversación la Guardia Civil considera que de ella "no se desprende negación de este hecho por parte de Víctor Gonzalo De Aldama, lo que podría evidenciar su participación e implicación en lo relatado por María del Carmen Pano".
Declaración de la empresaria tras su arresto
En su declaración ante la Guardia Civil tras su detención el 16 de diciembre, Pano relató que conocía a De Aldama desde hacía 20 años porque durante un tiempo mantuvo una relación con su hija Leonor, administradora junto a su madre de la empresa Have Got Time, que fue utilizada por la trama para el fraude del IVA en hidrocarburos. En 2020, según expuso, volvieron a relacionarse con él y De Aldama le pidió ayuda para solventar sus problemas financieros con unos restaurantes que tenía con unos socios en el complejo denominado las Cuatro Torres, en Madrid.
Le presentó entonces a Claudio Rivas -socio del comisionista en la trama de hidrocarburos- para ver si quería invertir en los restaurantes para poder paliar la deuda de 1,5 millones de euros que había contraído. En esa reunión, De Aldama le comentó que mantenía unos contactos "muy estrechos con el gobierno actual" y que tenía capacidad para ayudarle en lo que requiriera, tras lo que se intercambiaron los teléfonos.
Rivas le preguntó después a Pano si De Aldama era de fiar y sobre los contactos que le dijo tener, a lo que la empresaria le respondió que si él se lo había dicho no dudaba de que así fuera. Ahí fue cuando Rivas le comentó a Pano que le iba a proponer a De Aldama participar en la constitución de una operadora en el sector de hidrocarburos para la empresa Villafuel e "intermediar con sus contactos en el Ministerio, dado que los trámites para obtener la licencia para operar suelen demorarse entre 12 y 18 meses".
De ese modo, De Aldama y Rivas comenzaron a hacer negocios en septiembre de 2020 y Pano ejerció de enlace entre ellos, según su propio testimonio. A partir de esa fecha, Rivas en persona o mediante terceros de los que solo recuerda el nombre de pila, Lolo y Felipe, acudían al domicilio de la empresaria y le hacían entrega de cantidades varias de dinero de forma que cada semana podía recibir 100.000 euros. Dinero que después le entregaba a De Aldama en su despacho de la calle Alfonso XII.
Estas operaciones, según aseguró Pano en su declaración, se prolongaron hasta enero de 2021 y se realizaron en base a un acuerdo por el que Rivas pasó a disponer de un 50% de los restaurantes de De Aldama para saldar la deuda, de la que la empresaria cobraría el 5% por su intermediación.
Relato de dos entregas de 45.000 euros en el PSOE
En el marco de esas entregas de dinero, a mitad de octubre acudió al despacho de De Aldama con 45.000 euros y este le dijo que en ese momento él no podía salir del despacho y le pidió el favor de llevar esa cantidad a la sede del PSOE. Dinero que accedió a llevar y que empaquetaron en una bolsa de plástico que después introdujeron en otra de papel.
Tras identificarse en la puerta de Ferraz -a donde acudió en taxi-, siempre según su relato, Pano subió a la segunda planta y, tras bajarse del ascensor, le dio el paquete a la persona que la recibió y que describió como "un varón que no superaría los 40 años, pelo corto y un poco más alto que la dicente".
A finales de octubre volvió a hacer otra entrega a De Aldama de parte de Rivas de 45.000 euros, si bien en aquella ocasión, a los 10 minutos de haber abandonado su despacho, el comisionista le llamó "muy alterado" recriminándole que faltaban 10.000 euros. Pano habló entonces con Rivas y éste le tranquilizó y le dijo que le daría al día siguiente los 10.000 que faltaban, como así hizo.
Ya con esa cantidad la empresaria volvió al despacho de De Aldama, quien introdujo el dinero junto al que había llevado el día anterior y le pidió otra vez que lo llevará a la sede del PSOE, que la empresaria, según su versión, entregó al igual que hizo la primera ocasión. Esta segunda vez acudió a Ferraz en un Audi Q3 conducido por un amigo, cuya identidad no quiso revelar a los agentes porque, según explicó, "es ajeno a todo esto" y lo hizo por hacerle un favor.
Tras preguntarle si de algún modo podía demostrar lo manifestado, le dijo que únicamente con "su palabra", aunque señaló que en esa época utilizaba uno de los móviles que le fueron intervenidos y quizá ahí hubiera "algún rastro de ello", pero sin poder asegurarlo, según refleja el acta de su declaración ante la Guardia Civil.
