La cesta de la compra ha sido un verdadero quebradero de cabeza para los consumidores españoles desde que estallase la crisis inflacionista hace ya casi cuatro años. La inflación de los alimentos llegó a dispararse hasta un 16,6% en febrero de 2023, el dato interanual más elevado de toda la serie histórica, que comenzó en enero de 1994.
Este miércoles, no obstante, los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) han reflejado que 2024 se despidió con el alza de los alimentos más baja de los últimos tres años. En concreto, se encarecieron el pasado diciembre un 1,8% más que al cierre de 2023, frente al 2,8% de la inflación general.
El Gobierno ha resaltado que la inflación de los alimentos se ha mantenido contenida en los últimos meses. "La inflación de los alimentos se ha desacelerado de forma notable en 2024, cerrando 5,5 puntos por debajo de la registrada en diciembre de 2023. En esta moderación es especialmente relevante la bajada del precio del aceite de oliva", ha subrayado.
Como ha señalado el Ejecutivo, el aceite de oliva es el alimento cuya bajada de precio en el último año llama más la atención, aunque el que más se ha abaratado es el azúcar (-13,9%). En concreto, su coste ha descendido finalmente hasta un 12,3% después de que el pasado mayo se situase un 62,8% más caro que el mismo mes de 2023.
Parece, de esta forma, que el 'oro líquido' va moderando su precio gracias a la mejora de las cosechas de la aceituna y a la rebaja del IVA decretada por el Gobierno, que situó el impuesto para esta producto en el 0% entre julio y septiembre y lo ha elevado ahora hasta el 4% de forma permanente.
Otros productos que han reducido su precio lo ha hecho en mucha menor medida que el azúcar y el aceite. Así, es más barato que hace un año comprar legumbres y hortalizas frescas o refrigeradas (-3,7%), salsas y condimentos (-3,4%), leche desnatada (-2,3%), pizza y quiche (-2%), yogures (-1,1%), productos a base de cereales (-0,9%), confituras, mermeladas y miel (-0,5%) y las patatas chips (-0,1%).
El chocolate, casi un 24% más caro
Por contra, la inmensa mayoría de los alimentos que analiza el INE en su cesta de la compra se encarecen, aunque de una forma más contenida que en otras ocasiones. Tan solo el chocolate, que eleva su coste interanual hasta un 23,9%, se sitúa por encima muy por encima del 10% de encarecimiento. El resto de las subidas más destacadas radican en los zumos de frutas y vegetales (+10,6%), el pescado (+10%), el cacao y el chocolate en polvo (+8,6%), las patatas (+7,4%), la carne de vacuno (+7,3%), la carne de ovino y caprino (+7,2%) y el café (+7%).
Estos datos suponen una buena noticia para los consumidores, que habían visto escalar los precios de la cesta de la compra hasta un 35,5% en los tres últimos años, según el último informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Lo habitual, sin embargo, en una economía sana es que los precio de los bienes y servicios crezcan cada año de forma moderada como en la actualidad, ya que lo contrario, las caídas generalizadas, suele reflejar situaciones de debilidad económica.
