Las dificultades para acceder a una vivienda son cada vez más patentes. El desajuste entre la escasa oferta de pisos y la creciente demanda no deja de empujar al alza los precios, mientras Gobierno y oposición presentan sus respectivas recetas para tratar de atajar la crisis habitacional. Dentro del catálogo de medidas anunciadas, la que más adeptos tiene entre la población española es la agilización de los desalojos en caso de ocupación ilegal. Así se desprende de una encuesta elaborada por el Instituto DYM para 20minutos, que apunta a un cierto consenso entre los distintos electorados con independencia de su afinidad política.
El 71,5% de los entrevistados considera que garantizar la desocupación en 48 horas es una medida muy o bastante eficaz para facilitar el acceso a la vivienda, frente a un 12,8% que no lo ve como solución útil. La aceleración de los trámites para expulsar a aquellos inquilinos y propietarios que no estén al corriente de pagos es una de las propuestas que más discrepancias genera entre partidos políticos.
PP y Vox la defienden -la formación de Alberto Núñez Feijóo ha impulsado una ley al respecto en el Senado-, mientras que PSOE y Sumar rechazan que la ocupación ilegal sea un problema real en España. Sin embargo, esta diferencia de posturas no se aprecia entre sus votantes: tanto el 69,2% de los electores de Vox como el 70,2% de los del PSOE y el 68,5% de los de Sumar confían en la desocupación para solucionar el problema de la vivienda. Entre quienes respaldaron al PP en las últimas elecciones, el apoyo es algo superior y llega al 78,9%.
La segunda medida considerada más eficaz es la ampliación del parque público de viviendas en alquiler. También siete de cada diez encuestados opinan que se trata de una solución fructífera, mientras que apenas uno de cada ocho lo ve poco o nada eficaz. Los votantes de Vox son los más reacios a aumentar la oferta pública de arrendamientos, aunque el 64,7% son partidarios de avanzar en esa dirección, apoyada especialmente por el electorado de Sumar (77,5%).
También los incentivos a propietarios para que ofrezcan alquiler a precio asequible son vistos con buenos ojos por el 67,9% de los entrevistados, aunque en este caso quienes mejor lo acogen son los votantes de PP y PSOE. En cambio, al ser preguntados concretamente por la exención del IRPF anunciada por Pedro Sánchez para los caseros que alquilen su piso según el índice estatal de precios de referencia diseñado por el Ministerio de Vivienda, la proporción de encuestados que confían en su eficacia cae hasta el 54,5%. Entre los votantes de PSOE y Sumar el respaldo a esta medida es ligeramente superior, pero apenas pasa del 58%, manteniéndose así las escasas diferencias entre electorados.
Menos optimistas se muestran los encuestados al valorar la liberalización de suelo para fomentar la construcción de viviendas. El 54% opina que se trata de una medida muy o bastante eficaz, frente a un 18,6% que lo considera poco o nada útil. Los votantes del PP son los más partidarios de este planteamiento y los de Sumar, los más reacios -el 59,6% y 46,7% respectivamente creen que es positivo para atajar la crisis habitacional-.
En cuanto a la compra de inmuebles, el 47,3% de los entrevistados ven con buenos ojos los incentivos fiscales y avales públicos puestos en marcha para facilitar el acceso a una vivienda en propiedad, especialmente entre los más jóvenes. También menos de la mitad de la población confía en la eficacia del endurecimiento de la regulación de los pisos turísticos, aunque hay diferencias según la afinidad política: menos del 40% de los votantes de PP y Vox la consideran útil, mientras que entre los electores de PSOE y Sumar la apoyan el 53,4% y 61,7% respectivamente. Lo mismo ocurre con la limitación de la compra de vivienda a los extranjeros de fuera de la UE, que es la medida menos respaldada y la que más división despierta: apenas el 34,7% de los encuestados cree que es eficaz, frente a un 38,2% que recela.
Más allá de las discrepancias en torno a las soluciones, la preocupación por las dificultades de acceso a la vivienda es patente. Uno de cada cuatro encuestados considera que es el principal problema de España y cuatro de cada cinco son partidarios de que PP y PSOE alcancen un gran acuerdo en la materia. La vivienda lidera la lista de preocupaciones seguida por el clima político y la economía, que son la primera preocupación para el 19,3% y 17,3% de los encuestados respectivamente. Los únicos que no se inclinan mayoritariamente por colocar este problema en primer lugar son los votantes de Vox, que lo reemplazan por la inmigración. La inquietud en torno a la crisis habitacional es especialmente significativa entre los votantes de Sumar, entre los cuales el 41,7% lo sitúa como el principal problema del país.