El PP deja en el aire su apoyo a la cuestión de confianza de Sánchez y admite debate interno en torno al nuevo decreto

El cambio de rumbo que tomó Junts en los últimos días ha llevado consigo un viraje del PP que, al fin y al cabo, ha acabado por situar a ambas formaciones en el mismo sentido del voto. Del 'no' de los de Carles Puigdemont y Alberto Núñez Feijóo al decreto ómnibus de la semana pasada, al 'sí' al nuevo paquete de ayudas troceado y pactado entre el Gobierno y los independentistas catalanes. Todo ello ha auspiciado un debate interno dentro de las filas populares en torno a qué postura tomar en un decreto que mezcla temas con un alto impacto en su electorado, tal y como explican en el partido. Al mismo tiempo, en Génova mantienen en el aire su apoyo a la proposición de Junts para instar al presidente Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza.

Fuentes populares admiten las dudas que trajo la posición a tomar en el nuevo decreto. Y es que la semana pasada votaron en contra del ómnibus que llevó Sánchez al Congreso, primero, por algunas medidas que suponían para el PP líneas rojas, como entregar la titularidad de un palacete en París al PNV; y, segundo, para evitar servir de salvavidas al Gobierno cuando ni su socio Junts le apoyaba. No obstante, conscientes de que había medidas con las que sí estaban de acuerdo como la subida de las pensiones, ayudas al transporte y a los afectados por la DANA, los populares registraron en el Congreso estas iniciativas de forma individual, ofreciéndole al PSOE sacarlas sin necesidad de ningún pacto ni cesión a sus socios.

Pero una vez que el Ejecutivo ha logrado el apoyo de Junts, el PP ha decidido votar "sí a esta rectificación" del Gobierno —que troceó el decreto e incluyó cambios— "por los pensionistas, los valencianos y los usuarios de transporte". Fuentes populares explican que a la hora de tomar la decisión calcularon qué tendría más repercusión en su electorado: si contribuir a entregar la titularidad de un palacete en París al PNV o ayudar a los que lo necesitan. "El palacete se olvida, pero las pensiones, no", concluyó la dirección nacional. Y es que una vez que el Gobierno tiene garantizado el apoyo de Junts, la oposición ve inevitable que salgan adelante las medidas con las que no comulgan como también es la prórroga de prohibir algunos desahucios.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ofrecía otra razón por la que, en su opinión, había que apostar por las medidas en las que sí estaban de acuerdo antes que rechazar el decreto por aquellas que suponían una línea roja. "La realidad es que desde el momento que se aprobó el real decreto ley, durante ese mes que estuvo en vigor, ya se había materializado [la cesión del inmueble al PNV], es decir, ya era inevitable y eso no ha contado con el voto del PP", declaró en una entrevista de Antena 3. Con todo, en Génova reconocen que hubo discrepancias internas sobre el decreto y aseguran que no se han visto presionados por los barones territoriales.

Mientras tanto, los populares dejan en el aire qué harán con respecto a la cuestión de confianza de Sánchez. "No adelantamos el sentido del voto", insisten en Génova la misma semana en la que Feijóo desvelaba la posición del partido al nuevo decreto de ayudas de Sánchez. Sea cual fuere la postura final, la oposición se sirve de esta iniciativa para tratar de retratar la debilidad de Sánchez.

"Es muy revelador que el presidente esté huyendo de que el Congreso de los Diputados pueda votar una moción de confianza", aseveró el líder popular cuando, en un inicio, Sánchez rechazó esta medida. Más revelador le pareció al PP cuando el presidente aceptó tramitar la proposición como parte de la negociación con Junts. Y es que, para la oposición, este fue el "eje de ruptura" entre el PSOE y los de Puigdemont, lo que, a su juicio, evidencia que el prófugo ha ganado la partida.

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