La reducción de la jornada laboral es una medida popular entre la ciudadanía. Una encuesta elaborada por el Instituto DyM para 20minutos refleja que dos de cada tres españoles ven con buenos ojos la medida. Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos cree que el recorte horario debe decidirse con un acuerdo de consenso amplio que incluya a Gobierno, sindicatos y empresarios. Apenas un 23% de los encuestados respalda la decisión del Ministerio de Trabajo de pactar la medida solo con los sindicatos.
El 67,2% de los encuestados considera que sería capaz de alcanzar los mismos resultados en su trabajo si realizase 2,5 horas menos a la semana, frente a un 25,5% que opina lo contrario y un 7,3% que no se pronuncia. Esta percepción es común por todo el espectro político. Desde Vox a Sumar, la mayoría de los votantes, sea cual sea el partido por el que optaron en las pasadas elecciones, cree que produciría lo mismo trabajando menos horas.
El apoyo a la reducción de jornada es especialmente fuerte entre los simpatizantes de PSOE y Sumar, donde ronda el 80%. Entre los votantes de PP (57%) y Vox (51,1%), más de la mitad de los encuestados creen que su productividad no disminuiría con el recorte horario. Dentro del espectro ideológico, esa tendencia se mantiene. El 80% de encuestados que se identifican como de izquierda o centroizquierda apoya la medida y más del 60% de los electores de centro y centroderecha la ven también con buenos ojos. Solo los ciudadanos que se posicionan a la derecha están realmente divididos a la mitad entre partidarios y detractores de la medida.
El consenso partidista a favor de esta medida también se traslada a la forma en que debe ejecutarse. La opción preferida por los votantes de todos los partidos para recortar las horas es un acuerdo que incluya tanto a empresarios como sindicatos. El pacto a tres bandas tiene su mayor apoyo en el PP, donde el 65% de los votantes lo ven como la opción preferible, pero supera el 40% en el resto de partidos.
Aprobar la medida solo con los sindicatos no es la opción preferida ni siquiera entre los votantes del principal partido en el Gobierno. Entre quienes optaron por el PSOE en las elecciones de 2023, un 36% opina que la reducción de jornada debe decidirse sin los empresarios. En cuanto al posicionamiento ideológico, solo los votantes que se identifican como de izquierdas está dividido entre quienes prefieren un pacto tripartito y otro solo con los sindicatos.
Las opiniones sobre cómo debe definirse la subida del salario mínimo van en la misma línea. Aunque la competencia de elevar el salario mínimo es exclusiva del Gobierno, la mitad de los encuestados es partidario de que la subida del SMI se defina de acuerdo con la patronal. Solo uno de cada cinco ciudadanos se inclina porque la decida solo el Ejecutivo junto a los sindicatos.
Las tensiones internas, culpa de los dos partidos
La reducción de jornada y, en menor medida, el salario mínimo se han convertido en motivos de agrios enfrentamientos entre los dos partidos en el Gobierno. Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, llegó a acusar veladamente a Carlos Cuerpo, responsable de Economía, de ser mala persona. Aunque los dos ministerios han rebajado considerablemente la tensión, la percepción entre los encuestados es que tanto el PSOE como Sumar son iguales de responsables por los enfrentamientos. Así lo cree el 49% de los encuestados.