Día de votaciones clave en el Congreso de los Diputados. Moncloa se enfrenta este miércoles al primer Pleno del año que, además, medirá si todavía resiste la mayoría que sostiene a Pedro Sánchez. Son tres decretos los que debe convalidar el Congreso: uno se da por perdido —el que prorroga el impuesto a las energéticas— y los otros dos dependen de apoyos que no pueden dar por seguros. El Gobierno cuenta con el apoyo del PP en el que reformaría las pensiones mientras que el otro es un decreto ómnibus que regula varias cuestiones, entre ellas, la revalorización de las pensiones, el ingreso mínimo vital (IMV) o las ayudas al transporte. Moncloa mantiene conversaciones tanto con Junts como con el PP para sacar adelante dicha votación. Y, en concreto, en lo que se refiere a las negociaciones con los independentistas, aseguran que "avanzan" pese al último órdago de Carles Puigdemont en el que daba por roto cualquier acuerdo sectorial con el PSOE.
El Pleno tendrá que convalidar de manera extraordinaria estos tres decretos que fueron aprobados el pasado mes de diciembre. Esta primera sesión del año también acogerá la votación para retirar la inmunidad parlamentaria al exministro José Luis Ábalos a petición del Tribunal Supremo. Sin embargo, las votaciones de los decretos prometen reunir toda la tensión política de la jornada, puesto que escenificarán el momento por el que pasa la frágil mayoría parlamentaria del Gobierno.
Se da por hecho que el Gobierno no contará con los apoyos suficientes para aprobar el impuesto a las empresas energéticas. Tanto PNV como Junts han rechazado aprobar este gravamen cuya permanencia había comprometido Moncloa con las formaciones a su izquierda, sobre todo, con Podemos. De hecho, desde hace ya meses que los morados avisan a Sánchez de que sin impuesto energético no negociará los Presupuestos, algo que han reiterado en las últimas horas.
Por otro lado, está la última pata de la reforma de las pensiones, la que refuerza los incentivos para retrasar la jubilación y permitirá que quienes sigan trabajando más allá de los 67 años puedan percibir una parte de su pensión. En este caso, Moncloa cuenta con el apoyo del Partido Popular, algo que confirmó Alberto Núñez Feijóo en las últimas horas, lo que permitirá que este decreto sea convalidado con una amplísima mayoría. Esta misma será la que permita, a su vez, que Moncloa disimule la ruptura con socios habituales como Bildu, Podemos o BNG. Estas formaciones argumentan que el modelo impulsado por el Gobierno empuja a las personas con ingresos más bajos a jubilarse más tarde de lo previsto en lugar de centrarse en ofrecerles una pensión digna.
Negocian con PP y Junts el decreto ómnibus
Pero es el decreto ómnibus el que genera más incertidumbre. Aunque Moncloa cree que tanto Junts como el PP podrían apoyarlo, no tienen por seguro que vayan a hacerlo. En todo caso, confían en que pueda salir adelante aunque sea por abstención y ante el riesgo que supone para estos partidos explicar un eventual rechazo a "subir las pensiones". En todo caso, fuentes gubernamentales reconocen que se están produciendo conversaciones "discretas" con el PP y también aseguran que están "avanzando" en las que mantienen con los de Carles Puigdemont. Todo ello, después de que el líder independentista lanzase un enésimo órdago a Sánchez suspendiendo unas negociaciones con el PSOE que ahora parecen haberse retomado.
En Moncloa y Ferraz ni confirman ni desmienten que se haya producido una reunión entre el PSOE y Junts en las últimas horas, aunque este era el punto de desbloqueo que propuso Carles Puigdemont para poder negociar cuestiones como estos decretos.
Desde el Gobierno aseguran que este, en concreto, es "trasversal" y apenas tiene contenido ideológico, por lo que cree que tanto Junts como los populares podrían permitir su aprobación a fin de permitir la subida de las pensiones. Es un decreto "noble y sin trampa", ensalzan fuentes gubernamentales, que opinan que el único motivo por el que querrían tirarlo tanto Junts como el PP sería por "darse el gusto de hacerlo" apelando a que el Ejecutivo está en "minoría". "Hay conversaciones con todos los grupos y tenemos la firme esperanza de que voten a favor", apuntan estas fuentes.
En lo que respecta al PP, el partido de Feijóo se enfrenta a una dicotomía. Y es que este decreto recoge un cóctel de medidas inconexas entre sí que complican la postura única de la oposición en torno a ello. Por ejemplo, apoyan subir las pensiones conforme al IPC, ampliar las ayudas a los afectados por la DANA en la Comunidad Valenciana así como la prórroga de las medidas dirigidas a la reconstrucción económica de la isla de La Palma tras la erupción volcánica.
Sin embargo, rechazan de plano que el Gobierno transfiera al PNV la titularidad de un palacete en París, la prórroga de los desahucios, las entregas a cuenta para 2025 a volver a la misma "política impositiva en la que se recuperan el IVA de antes".
Con todo, los populares denuncian que el Gobierno juegue al "todo o nada" así como el "chantaje" al que dice que les somete, consciente de que si no facilitan el decreto pondrían en peligro ciertas ayudas o la subida de las pensiones. "No estamos de acuerdo en esta forma de hacer política", critican fuentes populares, que aseguran que si al Ejecutivo "le importase los valencianos y los pensionistas, lo haría de otra forma". A las dudas que mantienen sobre su posición de voto por las medidas en sí, se suma el trasfondo político, pues de apoyarlo o incluso abstenerse, estarían salvando dos de los tres decretos del Gobierno a inicios de año.
